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Inaugura MACO, Polvo de un sol distante: conmoción al observador

Milthon Puch/

Como una exposición que articula la conmoción del observador, concibiendo a éste no solo como el autor o expositor, sino todos y cada uno de los que nos sostenemos e intentamos coherencia en la perspectiva existencial, así apertura Benjamín Torres su muestra Polvo de un sol distante, inaugurado el viernes 5 en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO).

Polvo de un sol distante manifiesta sensaciones de que algo está sucediendo, o incluso por suceder, entre la realidad y yo, y la inquietud, que es a su vez distraída por las obligaciones diarias de garantizar la continuidad y/o ciertos grasos de estabilidad en la vida, expuso Torres.

Es la posible condición de “lo misterioso, lo oculto, lo vaciado o lo incompleto, intentando aproximarse a un proceso de transidentificación”.

La biología del conocimiento (concepto acuñado por el chileno Humberto Maturana, hace cuatro décadas) trabaja en la convergencia interdisciplinaria que da como resultados cambios epistemológicos en la relación observador-actor, referenció el artista en la muestra.

Y es precisamente esta ciencia: la Biología, la que juega un papel protagónico en cada una de las piezas, ya que el discurso va orientado en esa dirección; a la exploración de las formas básicas que componen el cuerpo (formas geométricas), y a la manera en que el arte interviene en ellas, queriendo significar con ello que el arte es un estimulador de los sentidos.

Con la rueda de madera expuesta existe una representación del sentido de la vida que gira en torno a eso, hay un principio y un final que pareciera interminable, pero que un punto culmina. Mientras que con el mapa parece querer aterrizar su pensamiento sobre el arte y la influencia de éste en el entorno.

Mientras tanto para Torres el valor relevante se concreta en aspectos asociados al cuerpo humano, social y cósmico.