Evlin Aragón
El viernes 05 de abril trascendió en las redes sociales, el hallazgo del cuerpo sin vida y en estado avanzado de descomposición de quien en vida respondió al nombre de Elizabeth Martínez Cruz, joven de 16 años, que desapareció misteriosamente del municipio de Mitla, comunidad de origen, el pasado jueves 28 de marzo, en el traslado de su casa a su trabajo y cuyo cuerpo fue arrojado en el paraje “Los Cedros”, ubicado en la agencia de San Bartolo, perteneciente a San Lorenzo Albarradas, Tlacolula.
Esta noticia impactó, conmovió e indignó a la comunidad oaxaqueña, toda vez que sus familiares habían emprendido, desde el momento de su desaparición, una amplia campaña de difusión para solicitar el apoyo ciudadano en la búsqueda, ello ante la ineficacia argumentaron de las autoridades estatales, preocupadas más por el turismo que se dio cita en la entidad y para lo cual implementaron el operativo denominado “Semana Santa”.
Así sus familiares independientemente de recurrir a los medios de comunicación y las redes sociales, donde invitaron a dar información sobre el paradero de la joven, realizaron una bloqueo carretero para exigir la aparición con vida de la joven, acciones que se vieron rebasadas con la trágica noticia de su asesinato.
Dicho acto que por sus características se tipifica como feminicidio, entendiendo a este como el asesinato de una mujer por su condición de género, se suma a una larga lista de actos similares, que de acuerdo con el recuento de la periodista oaxaqueña Soledad Jarquin, se eleva a 174 mujeres del 2010 que inicio la administración actual a la fecha, cifra que incrementa a 197 de acuerdo con las integrantes de la organización Consorcio por el Dialogo Parlamentario y la Equidad.
