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Entre aplausos despiden al artista oaxaqueño Alejandro Santiago

Evlin Aragón/

Con un emotivo homenaje de cuerpo presente en el Teatro Macedonio Alcalá, artistas, autoridades estatales, familiares, amigas y amigos, despidieron el día de ayer al artista plástico Alejandro Santiago, oriundo de Teococuilco de Marcos Pérez, en la Sierra Norte, quien falleciera el pasado lunes de un paro cardíaco a la edad de 49 años.

Con guardia de honor encabezada por el encargado del despacho de la Secretaria de las Culturas y las Artes, Emilio de Leo Blanco; el edil capitalino Luis Ugartechea Begue; así como la diputada Marlen Aldeco Reyes y el diputado Flavio Sosa Villavicencio como representantes del poder legislativo; así como artistas y familiares, y teniendo como fondo la interpretación magistral del «Dios Nunca Muere» que hiciera el tenor mexicano Edilberto Regalado, los mas de dos minutos de aplausos inundaron el inmueble para reconocer al artista que destacó por la realización de una obra que reflejaba problemáticas sociales en la entidad oaxaqueña.

Ahí se reconoció la labor de social del artista que en su trabajo más emblemático reflejo la problemática que viven las comunidades indígenas en relación a la migración, ello a través de su obra titulada «2501 migrantes» que consiste en ese número de esculturas echas de barro, que incluso traslado a la capital del estado, exponiéndolas ni más ni menos que en el andador turístico, para el deleite de todas las personas.

De igual forma se expresó en contra de la violencia hacia las mujeres, sentir que plasmo en una obra plástica de 16 murales, debido a que de acuerdo con el artista son muchas las historias de las mujeres mexicanas que debían contarse, como por ejemplo la muerte de las comunicadoras Felícitas Martínez y Teresa Bautista, ocurrido en abril de 2008 en la región Triqui de Oaxaca.

De igual forma el encargado del despacho de la Secretaria de las Culturas, Emilio de Leo Blanco destacó el talento del oaxaqueño que fue reconocido a nivel internacional por su obra, en la que se esforzó por reflejar la realidad de las personas desamparadas, anónimas y despreciadas por la propia sociedad y las autoridades.

Por último destacó su legado artístico, el cual incluso dejo en inmuebles dedicados al arte como la Telaraña y la Calera, que echó a andar para el trabajo y la promoción artística local que empezó a despuntar y que a de ir de su familia mantendrán como la herencia de Alejandro Santiago para el pueblo oaxaqueño.