Anel Flores/
Oaxaca, Oax. 13 de octubre de 2013. “Uno de nuestros objetivos es evidenciar la ineptitud por parte del gobierno para cambiar la situación, así como su complicidad y la de otras instituciones como la familia, la iglesia, la escuela y los medios de comunicación”, señalaron un grupo de mujeres autodenominadas Acción Radical Antipatriarcal.
Con pancartas, machetes en mano, rostros cubiertos y atuendos morado y negro, un grupo de mujeres se pronunciaron contra la violencia machista y feminicida bajo el Templo de Santo Domingo de Guzmán en la ciudad de Oaxaca y más tarde frente a Palacio de Gobierno.
“Somos un grupo de mujeres indignadas algunas de las cuales nos autodenominamos feministas; procedemos de diferentes ámbitos, espacios y lugares del mundo, y a pesar de no conocernos previamente, nos hemos unidos contra el dolor y la rabia común por la grave situación de feminicidios que crece día a día en Oaxaca y en otras partes”, manifestaron.
Señalaron que entidades de gobierno como Procuraduría General de Justicia, Subprocuraduría de Atención de Delitos contra la Mujer, Instituto de la Mujer Oaxaqueña e Instituto Municipal de las Mujeres, cuya labor debería se prevenir y erradicar la violencia y la desigualdad de género, reproducen la lógica de un sistema patriarcal que continúa oprimiendo a las mujeres.
Durante el trayecto a Palacio de Gobierno pronunciaron consignas como “No más violencia contra las mujeres”, “feminicidio: genocidio de mujeres”, “ni víctimas ni pasivas, mujeres combativas”, entre otras.
«No tenemos miedo en decir que nuestras acciones serán en el marco del feminismo, ya que entendemos a este como un camino para romper jerarquías y autoritarismo, como un camino hacia nuestra libertad, sin colocarnos por encima de nadie, pero tampoco y mucho menos por debajo. Tampoco tenemos miedo a definir nuestro discurso y forma de actuar como radical porque pensamos que nuestras vidas, la de nuestras compañeras y hermanas no pueden ser defendidas a medias, queremos hacerlo desde la fortaleza y no desde el victimismo, no somos “pobres mujeres”, sino fuertes que no se conforman, no callan y luchan”, proclamaron.