Texto: Rocío Flores/ Fotografía: Globe Studio (Agencia)
Ambulantaje y mendicidad, es un fenómeno social en el que se intersectan diversos problemas, el de migración, el de desempleo, el de falta de políticas públicas que incluya a estos sectores de la sociedad , el de pobreza y el último, el de corrupción.
Precisamente esta característica de las ciudades en el mundo que cuentan con calles pobladas de mendigos y personas que van de un lado a otro ofreciendo productos de diversa índole, son propias de ciudades que no cuentan, no precisamente con el desarrollo económico necesario, sino con la evolución social que permita a los gobernantes crear estrategias en las que se les incluya y que no se limite a la inclusión en reglamentos de control económico que va generando pronto problemas de corrupción.
En el caso de la mendicidad, existen casos en los que la mentira y la verdad se ponen en tela de juicio, hay casos de pobreza extrema o de drogadicción y sin duda todos deberían ser atendidos de manera eficiente por los gobernantes locales y estatales.
Sin duda el ambulantaje y la mendicidad es un factor nada bueno para una ciudad, pero es deber de todos, tomar parte en el asunto. Y mientras que los gobernantes tengan la capacidad de solucionar el problema, es importante que los ciudadanos también aporten un mínimo de esfuerzo.
¿Cómo contribuirías tú?