Evlin Aragón/
Un grupo de trabajadoras adscritas al Instituto Municipal de la Mujer del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, denunciaron una campaña de hostigamiento laboral en su contra por parte de la actual directora Eva Patricia Bravo Espinoza, con la intención de que dejen sus puestos para que sean ocupados por personas incondicionales de la funcionaria.
Así mismo indicaron que en todo momento la funcionaria se ha hecho acompañar de su prima Claudia Medina Espinoza, quien funge como su asesora, por lo que llamaron al presidente municipal Javier Villacaña Jiménez y a los integrantes del Cabildo poner atención en el área, y detectar las malas acciones que se han emprendido en el Instituto Municipal de la Mujer y que podrían ocasionar un conflicto laboral serio en la administración actual.
Sin querer dar sus nombres por miedos a represalias de carácter laboral y personal, las trabajadoras argumentaron que desde la llegada de la funcionaria al cargo, se encargó de despedir a por lo menos siete trabajadoras sin justificación alguna, otorgando los espacios a varones que no cuenta con conocimientos en materia de perspectiva de género, situación que pretende repetir con las plazas del Refugio de Atención a Víctimas de Violencia intrafamiliar, que dicho sea de paso requiere personal especializado para la atención de las usuarias.
De igual forma las trabajadoras del municipio capitalino, muchas de ellas sindicalizadas, aseguraron que en el afán de Eva Patricia Bravo de lograr su cometido de obtener plazas para sus allegados, ha intentado «sobornar” a las usuarias a quienes les promete apoyos económicos y regalos a cambio de que firmen algunas actas denunciando presuntos malos tratos por parte del personal actual de la instancia.
«Cada día, un grupo de colaboradoras cercanas a la directora del Inmujer, incluyendo algunos varones, llegan con dulces y regalos para las usuarias, se meten violentando los protocolos de seguridad del Refugio de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar, lo que pone en riesgo la identidad de las usuarias y el personal adscrito al área» asintieron las trabajadoras.
De igual forma pusieron de manifiesto que personal del instituto y ajeno a este, han manipulado las cámaras de seguridad que existen en el Refugio, pese a los protocolos de confidencialidad que se siguen o deben seguirse en el edificio, dichas acciones de acuerdo con las denunciantes se realizaron a altas horas de la noche y en ausencias de la directora Nora Elizabeth García Cancino, quien se estaba ausente por incapacidad.
«Nos sentimos vigiladas y amenazadas por la firma de actas que desconocemos su contenido, eso genera tensión y de por sí este trabajo es de por sí muy estresante porque estamos trabajando con personas que son víctimas de violencia en ocasiones extrema, requerimos por tanto un ambiente de armonía que sí teníamos pero con el hostigamiento laboral se ha venido abajo y todo ello hace que disminuya la calidad de los servicios» finalizaron.