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Naxiñá’ rini, rini sti’ guichi bia gueta racu ca gunaa gule Lula’, es una frase zapoteca que ilustra y presenta una serie imágenes del presente, del pasado, de la historia, tradición, cultura y de los sueños de niñas y niños de Oaxaca.
En su nueva experiencia con las artes plásticas y la expresión corporal como elementos que buscan detonar la creatividad infantil y formar a pequeñas y pequeños lectores, la promotora cultural independiente Clara Sánchez acercó a la población infantil de Oaxaca un elemento que forma parte de la identidad e historia del espacio que habitan: la grana cochinilla.
Junto con la historiadora Davy Caballero, la promotora exploró y halló en su travesía por la historia que la grana cochinilla es considerada también “el tercer oro” del estado de Oaxaca.
Clara cuenta a niñas y niños de edad preescolar y hasta los 15 años como los hombres del “Viejo Mundo”, caracterizados por su avaricia y ávidos de encontrar tesoros llegaron a las tierras de los benizáa y los ñuusabi (zapotecos y mixtecos) conocieron los usos y el original sabor del cacao, llenaron sus barcos y emprendieron su regreso para ofrecer el invaluable tesoro a la realeza del «Viejo Mundo».
El alimento sagrado de los benizáa y los ñuusabi, el cacao, fue tan codiciado que le llamaron «el segundo oro de Oaxaca», relata la promotora y especialista en el fomento de la participación, identidad y arte infantil, ante la mirada atenta de niñas y niños que asistieron a los diferentes talleres que llevó a 10 comunidades de la entidad.
La historia busca introducir a estas pequeñas y pequeños lectores a la experiencia imaginativa, al tiempo de orientarles y documentarles sobre la importancia de la grana cochinilla en la vida cultural de su estado.
Clara continúa su relato para explicar cómo la grana cochinilla, colorante natural por excelencia entre los benizáa y los ñuusabi, también provocó la ambición entre los hombres del “Viejo Mundo” para llevarlo como otro gran tesoro.
«El colorante ancestral se convirtió entonces en el tesoro más prodigioso de todos los tiempos recibido en Europa». La tintura procedente del interior de las hembras de la grana cochinilla, que inocula los jugos de la savia del nopal, vistió de rojo al “Viejo Mundo” y generó, económicamente hablando, el “tercer oro de Oaxaca”.
A través de un breve recorrido histórico ubica a las niñas y niños en este mundo de intenso color granate proveniente de un insecto (Dactylopius coccus), que se alimenta de la savia del nopal principalmente en los Valles Centrales de Oaxaca.
Niñas y niños se acercan así al legado natural, histórico y cultural de su geografía y con ella buscarán pintar sus propias historias, las leyendas de sus comunidades, o bien plasmar en papel algunos de sus saberes o historias de su fantasía.
Con esta experiencia, se aporta al presente de la infancia oaxaqueña un legado que tal vez en palabras de la misma especialista“nos sirva hoy para no relegar en el futuro”.
‘Naxiñá’ rini, rini sti’ guichi bia gueta racu ca gunaa gule Lula’, es el conjunto de imágenes creadas a partir de talleres en distintas comunidades de Oaxaca, una serie de dibujos infantiles pintados con grana cochinilla de Oaxaca, pero también en términos prácticos la posibilidad de conocer el insecto parásito que habita en el nopal y que transforma su pulpa en un colorante.
Clara Sánchez define esta aventura artística y lectora como “la totalidad de la experiencia de infantes: la percepción y el sentimiento en el que infantes involucran saberes, identidad y arte”.
El resultado de esta experiencia lúdica es un Libro-catálogo y exposición pictórica infantil, del mismo nombre que será presentado en la Casa de la Cultura Oaxaqueña en el mes octubre de este año con el apoyo del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del 2014-2015 del Fonca.
Las imágenes del catálogo son acompañadas de leyendas como la “serpiente petate”, la historia de una laguna donde vivían muchas víboras, entre ellas la “serpiente petate”, la más temible de una comunidad mixe; o la leyenda del pájaro negro que versa sobre la importancia de sembrar, cultivar y cosechar y compartir la cosecha en la comunidad para que nunca falte la semilla, por mencionar algunas historias escritas en mixe, mixteco, zapoteco o en la lengua original de quienes participaron de estos talleres.
APUNTES
Desde la antigüedad, los colores han sido elementos simbólicos en la cosmovisión de las diferentes culturas. Los significados representaban aspectos religiosos, políticos, sociales y cósmicos. Por ejemplo, el púrpura y la escarlata, en el mundo mediterráneo, estaban asociados con el sol y el fuego, y por ello eran insignia de lo divino y la realeza.
Sobre las participantes del proyecto
Clara Sánchez, es responsable de este proyecto, ha dedicado su trabajo a la formación infantil a través del arte, facilitando proyectos para el desarrollo de los lenguajes artísticos y la creatividad infantil, en su especialidad las artes plásticas y la danza: en perspectiva del fomento de la participación infantil y la identidad. En los últimos 20 años ha sostenido una participación activa y directa en estado de Oaxaca, principalmente en comunidades indígenas.
Apoyo en la investigación
Davy Caballero López colaboradora del proyecto es historiadora por la Universidad Veracruzana, en la especialidad en historia del arte enfocada a la fotografía de México en el siglo XIX, y la maestría en Historia del Arte en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Sobre la importancia de la grana cochinilla
En los inicios de la construcción de la Nueva España, la grana cochinilla fue un producto que comenzó a comercializarse inmediatamente hacia el viejo mundo durante el siglo xvi y, debido a la demanda del tono del colorante en Europa, se logró un auge exportador en el siglo XVIII.
Después del oro y la plata, la grana cochinilla era el producto más importante en las exportaciones novohispanas. Este colorante era muy apreciado en la industria textil de Inglaterra, Bélgica, Alemania, Holanda e Italia.
