*Alzar la voz en México es sinónimo de represión y muerte
Rocío Flores
OAXACA, Oax. Tres o cuatro frases, además de varias imágenes sobre los acontecimientos violentos más recientes, rondan por mi memoria, la primera frase de Ezequiel Flores durante su visita a Oaxaca en el mes de junio, “si no hay justicia no se puede hablar de paz, ni que vivimos en un proceso democrático”.
En aquella ocasión Ezequiel, corresponsal de la revista Proceso en Guerrero vino al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) junto con su compañero fotoreportero Germán Canseco al cumplirse nueve meses de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal Raúl Isidro Burgos en Ayotzinapa, en Guerrero.
“Los 43 abren la Cloaca y es sólo un botón de muestra” , dijo Germán en esa misma ocasión, él se refirió a Guerrero pero los 43 no sólo es la muestra de lo que pasa en Guerrero, sino de lo que pasa en el país: hay militares en muchos estados, hay represión en Guerrero, en Michoacán; hay feminicidios, trata en Ciudad Juárez, Estado de México y Oaxaca; desaparecidas y desaparecidos en todo el país, periodistas asesinados… México huele a represión, a muerte.
“Si nadie castiga a los responsables de Ayotzinapa se puede replicar en todo el país y hasta enfrente de nuestra casa”, apuntó Ezequiel esa noche durante la charla, ante la mirada atónita de una mujer-madre , que tras haber escuchado por más de dos horas la historia que los reporteros han vivido a través del periodismo, no pudo más que calificarla como una historia de horror.
Pasó ya un mes y una semana de su visita a Oaxaca y hoy después de cuatro días del asesinato de cuatro mujeres, Nadia, Yesenia, Nicole y Alejandra, además del fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril, sus palabras se escuchan todavía como un eco.
Las historias de represión, agresiones, violaciones a los derechos humanos, desapariciones y muertes en México se siguen replicando en distintos estados y diversos contextos pero con al menos dos elementos en común: 1.- la presencia de elementos de las Fuerzas Armadas y 2. La gran desatención de los gobiernos hacia los conflictos sociales. El resultado es el hartazgo que lleva a mexicanas y mexicanos, sin distinción de edad, a alzar la voz y exigir un poco de justicia.
Matan a un niño
Puebla
El 19 de julio de 2014, Elia una madre del estado de Puebla se enteró por medios de comunicación que su hijo José Luis, de 13 años, había muerto por un paro cardiorrespiratorio.El adolescente fue alcanzado por una bala de goma en medio de un enfrentamiento entre la Policía del Estado y manifestantes que realizaban una protesta en la Autopista Siglo XXI en demanda de que se regresará a esta población la oficina del Registro Civil.
El menor todavía presentaba signos vitales luego del impacto, pero el proyectil le ocasionó muerte cerebral al instante.
En un primer momento recuerda Elia, querían que me callara, me ofrecían “apoyos» querían comprar mi silencio… Yo quería justicia, pero no es fácil alzar la voz porque a quien lo hace lo meten a la cárcel, dijo la mujer.
Matan a jóvenes, desaparecen a 43
Guerrero
El 26 de septiembre de 2014. En Iguala Guerrero, un grupo de estudiantes de la normal Raúl Isidro Burgos en la localidad de Iguala, Guerrero, realizó una protesta, que devino en enfrentamientos y ataques armados por parte de la policía y criminales, y dejó seis muertos, 25 heridos, 57 personas desaparecidas, 14 fueron encontradas más tarde.
Los familiares de los 43 estudiantes normalistas restantes hasta el día de hoy, 11 meses después, continúan buscándolos, alzando la voz en México, exigiendo Justicia.
Agreden y reprimen a estudiantes y manifestantes
Distrito Federal
20 de noviembre de 2014. Cientos de miles hacen historia: piden “sacar a Peña de Los Pinos” por los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero el 26 de septiembre.
Los manifestantes fueron heridos por granaderos que arribaron de manera agresiva al Zócalo y comenzaron a golpear a quienes estaban presentes. Entre las personas lesionadas incluso hubo personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Durante la protesta, exigencia de justicia, se leía en pancartas:
“Nosotros no sólo buscamos a los nuestros, buscaremos a todos los desaparecidos de nuestro país”. La prensa documenta hasta este 2015 que hay más de 25 mil desaparecidos en México.
“El pueblo está herido” se leía también en las pancartas.
Matan a activista durante elecciones en Guerrero
Guerrero
7 de junio de 2015. En el marco de un proceso electoral en Guerrero, Antonio Vivar Díaz, perdió la vida tras recibir dos balazos, presuntamente por la espalda.
Antonio Díaz de 25 años de edad fue abatido a balazos por policías federales y militares cuando los uniformados ingresaron de manera violenta a la iglesia del Tepeyac, donde se encontraban retenidos 34 policías federales. Los tenían maestros disidentes y colonos de Tlapa, de los considerados como radicales por el gobierno.
Dispara Ejército, asesinan a otro niño en Ostula
Michoacán
20 de julio de 2015. Elementos del Ejército Mexicano atacaron a un grupo de comuneros de Santa María Ostula quienes se manifestaban por la detención de su líder comunitario, Semeí Verdía Zepeda, que reporta la Comunidad Indígena de Ostula y lo documenta la prensa a nivel nacional
Resultado de ese ataque fueron asesinados el menor Idelberto Reyes García, de 12 años; la niña Neymi Natali Pineda Reyes, de 6 años, y Melesio Cristiano, de 60 años.
Estudiantes son golpeados por granaderos
Salamanca
En un operativo en contra de los normalistas que se manifestaban en la salida Salamanca para exigir el pago de becas alimenticias, fueron detenidos 50 estudiantes y 15 quedaron lesionados por los golpes que les propiciaron los elementos de la Fuerza Ciudadana y granaderos.
Los estudiantes mantenían un bloqueo en la salida a Salamanca frente al Tecnológico de Morelia, cuando los granaderos y la Fuerza Ciudadana los replegaron con el uso de gas lacrimógeno, por lo que los jóvenes hicieron uso de piedras y cohetones para defenderse.
Tras una persecución, los estudiantes fueron detenidos; pese a encontrarse esposados fueron golpeados por los uniformados. A los estudiantes se les acusó de violentar a los policías y por desorden público.
(Con información de Revolución trespuntocero)
Matan a antropóloga activista y 3 mujeres más
Distrito Federal
El viernes 31 de julio, Nadia Dominique Vera, antropóloga egresada de la Universidad Veracruzana en Xalapa, fue encontrada muerta en un departamento en la colonia Narvarte en el DF, junto con Yesenia Quiroz Alfaro, de 18 años, originaria de Mexicali, Baja California, quien también vivía en ese lugar y se dedicada al maquillaje, de acuerdo a la versión PGJDF.
Según datos de La Izquierda Diario México, Quiroz era prima de Daniel Ramos Alfaro, maestro desaparecido en Michoacán en 2013, en presencia de militares.
Ahí murió también Olivia Alejandra Avilés de 40 años de edad que hacia la limpieza en el departamento y una joven colombiana que fue identificada como Nicole.
Dos de las mujeres; Nadia y Yesenia presuntamente fueron abusadas sexualmente, torturadas y asesinadas. Inicialmente la Procuraduría del Distrito Federal omitió sus nombres y también que había esta excesiva violencia, las invisibilizaron.
Sus ejecuciones y las primeras declaraciones de autoridades contienen elementos de género que evidencian la violencia patriarcal y misógina y que muestran que fue un femicidio, no un homicidio simple.
Las mujeres recibieron además “el tiro de gracia”, una bala de 9mm de uso exclusivo del Ejército fue disparada en la cabeza, de acuerdo con lo que se documentó en la prensa.
Asesinan a fotoperiodista exiliado en DF
Esa misma noche fue asesinado Rubén Espinosa Becerril, fotoperiodista de la revista Proceso, Cuartoscuro y de la agencia local Avc Noticias, quien desde junio pasado se exilió en la ciudad de México ante las amenazas que enfrentaba por su labor periodística, en el estado de Veracruz.
Rubén, de 31 años de edad había denunciado que su seguridad estaba en riesgo en en ese estado, donde hasta el día de hoy se registran 10 ejecuciones contra quienes ejercen el periodismo.
Entre las ejecuciones se encuentra también el de Regina Martínez compañera de Rubén e integrante de ese mismo grupo de reporteros que al parecer incomodaban al gobernador del estado Javier Duarte, también era corresponsal del semanario Proceso, uno de los medios informativos más críticos del país.
Este resumen de asesinatos junto con los 26 ejecuciones de Oaxaca en 2006, la masacre de Durango en 2011, los caídos en Tlatlaya, entre otros que la prensa de los diferentes estados consignó en su momento, es parte de este, nuestro México bárbaro, en pleno en siglo XXI.
Sí, en México matan porque no se puede alzar la voz ni el puño contra la injusticia.
En México alzar la voz, documentar lo que está mal, protestar y pedir justicia, todo eso, es un delito y a quien lo hace, lo desaparecen, le dan cárcel, o le matan.
Los 43, Nadia, Rubén y miles de personas sin nombres son una muestra de que nos están matando por alzar la voz.
La última frase que ronda en mi memoria después de leer con tristeza sobre estos últimos asesinatos, es la frase que despidió a Nadia en el velatorio la noche de este martes, en su natal Chiapas.
… “Nadia vete en paz que nosotros nos quedamos en la guerra”