Lunes incierto en Oaxaca; recuento de daños

Rocío Flores

Rocío Flores

OAXACA, Oax. La capital del estado  amaneció este lunes con un escenario incierto, solitarias algunas de las calles del Centro Histórico, donde aún quedan restos de las barricadas que la noche anterior colocaron simpatizantes e integrantes de la Sección 22 ante el inminente desalojo del plantón por parte de la Policía Federal y Gendarmería.

A pesar de que el Instituto de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) informó a través de un  comunicado que  no se suspenderían las clases, la mayoría de las escuelas en la capital cerró sus puertas, incluyendo las escuelas privadas.

Solo el 20 por ciento del transporte público está operando, y  reanudarían hasta que existan las condiciones que garanticen la seguridad de las unidades y sus empleados, declararon los concesionarios.

Más de 10 mil  trabajadores del gobierno del estado que laboran en los complejos denominados Ciudad Administrativa y Ciudad Judicial suspendieron también labores este 20 de junio, luego de los enfrentamientos que se registraron primero en Nochixtlán, luego en San Pablo y San Lorenzo Etla y posteriormente en Viguera y en Pueblo Nuevo.

Los hechos dejaron como saldo seis muertos según el reporte oficial de las autoridades y Gobierno del estado y al menos 108 personas heridas así como 21 detenidas.

Los comercios y bancos  del Centro Histórico fueron objeto de actos vandálicos por grupos de jóvenes no identificados, la tienda Coppel localizada en Hidalgo y 20 de noviembre así como un Oxxo localizado en Morelos y García Vigil fueron saqueadas, situación similar a otra sucursal en Santa Rosa, y en algunos otros comercios en el Istmo de Tehuantepec.

Los bancos del centro de la capital, están también sin operar; Oaxaca amaneció entre nieblas de humo, negocios saqueados,  con el recuento de heridos de parte de la Sección 22, quienes señalan que son 8 muertos y no seis.

Este es el recuento de daños, según Razhy González, defensor de periodistas, “es el costo de la negativa al diálogo que  por supuesto, no lo pagan los funcionarios que tomaron la decisión».

¿Cuál era el costo de establecer el diálogo? ¿Tenemos derecho de saberlo? cuestionó.