Por Jorge González
Son cerca de las siete de la noche y la calle se encuentra solitaria, la sirena de una patrulla suena a lo lejos como un eco extraviado que deambula por las calles de la colonia El Paraíso, ubicada en el municipio de Ecatepec. Todo transcurre de forma casi coreográfica, como de costumbre las mismas calles, el mismo alumbrado público y la misma ruta que la lleva a su hogar. De pronto, un sujeto la intercepta.
“Dame lo que traigas y no grites si no te va a cargar la chingada”, estupefacta, sin perder la mirada en la navaja con la que amenazante el atacante realizaba la acción, Andrea decide entregar las pertenencias, pero el ataque no había concluido aún.
“Cuando estas en esa situación no piensas, solo actúas, eso es lo que hice, me dio miedo, pero actué, con lo que pude lo hice. Él me persiguió, a pesar de haberle entregado mis cosas, me intento atacar, no sé si para llevarme a algún sitio y abusar de mí, pero no me deje, se me vino encima y como pude intenté hacer una llave o algo, hasta que herí su pierna».»Estas cosas cambian tu perspectiva respecto a todo y ese día supe que es necesario defenderte, me escape y estoy segura de que eso lo logré gracias al poco conocimiento que tenía en jiu jitsu, algo de suerte o no lo sé, pero agradezco a la gente que me enseñó lo poco que sé”, platicó en entrevista Andrea Gutiérrez, antigua alumna de los talleres de jiu jitsu femenil impartidos en la academia Ronin de México, ubicada en el centro de la Ciudad de México
El testimonio de Andrea Gutiérrez, una mujer de 31 años de edad y de aproximadamente 65 kilogramos que enfrentó a un ladrón y supuesto abusador sexual de estatura promedio y de un peso aproximado de 70 kilogramos es un caso en el que la suerte y el conocimiento básico de Jiu Jitsu se mezclan, según asegura, sin embargo ¿qué tan cierto resulta esto? ¿Acaso es el Jiu Jitsu una herramienta suficiente para defenderte ante un ataque de esta magnitud? Y más específico aún ¿Qué es el Jiu jitsu?
Según el libro 100 lances de Jiu Jitsu, escrito por el francés Emile Andre, en el año de 1956, “el Jiu Jitsu es un arte marcial que no requiere de mucho vigor físico, puesto que el método tiende, al contrario, a permitir el triunfo de la destreza y de la agilidad sobre la fuerza bruta. A veces, hasta se utiliza el peso del adversario”. El texto también menciona que la agilidad, la flexibilidad y la rapidez son cualidades que requieren ejercicio constante y disposiciones innatas.
Es posible entonces que el caso de Andrea no haya sido producto de la suerte, sino de una correcta aplicación de las técnicas, pero qué piensan al respecto los practicantes de esta disciplina.
Esto es lo que piensa el profesor Ángel Gómez, cinturón negro de Jiu Jitsu brasileño y profesor de la academia Top Brothers México.
-¿Qué es el Jiu Jitsu?
Es un arte marcial que basa sus ataques en luxaciones a las articulaciones y en estrangulamientos para poder tomar control de una persona.
-¿Qué importancia tiene la complexión física y la fuerza en el Jiu Jitsu?
Cuando los peleadores tienen el mismo nivel técnico, la condición física y la fuerza te puede dar ventaja sobre la otra persona. Cuando es una persona que no tiene técnica a la que te enfrentas, aunque tenga fuerza es muy probable que tengas la oportunidad de controlarlo.
-¿Cómo visualiza la escena del Jiu Jitsu en la actualidad en México?
De diez años para acá, se hacía el campeonato aacional únicamente en la Ciudad de México, que era el evento más importante del año. Ahorita ya existen otros torneos en Monterrey, en Guadalajara, en Pachuca, en Tijuana, en otros Estados, lo cual ha dado la oportunidad de competir más y seguir creciendo. La Comisión Nacional del Deporte (Conade) se dio cuenta de que en todo el mundo esta disciplina ha crecido, actualmente el apoyo ha crecido, porque se ha dado cuenta de que en el resto de los países la escena es grande y pretende seguir sus pasos.
Antonine Artaud, dramaturgo y poeta francés asegura que el teatro tiene su propio lenguaje y dentro de él, el cuerpo tiene su propio simbolismo y lenguaje también, “el cuerpo grita” asegura, ¿encuentra alguna relación entre su propuesta y el aspecto práctico del Jiu Jitsu?
Si hay relación, puesto que cada persona tiene su estilo de Jiu Jitsu. Este Arte Marcial no es homogéneo, hay personas que usan más proyecciones, otros estrangulamientos, cada quién lucha de acuerdo a las cualidades y capacidades de su cuerpo y tiene su estilo único de pelea.
-¿Qué define a un buen peleador de Jiu Jitsu?
Un buen peleador tiene que entender que no siempre va a ganar, no hay peleador que nunca haya perdido, pero el buen peleador comprende que tiene que volver a pelear y poco a poco va desarrollando esa voluntad de ganar. Hay ciertos sacrificios quizá pero la disciplina es fundamental, el buen peleador es aquel que se dedica a serlo o tratar de serlo.
El tiempo que estuvo entrenando en Brasil, qué percibió en comparación a México respecto a esta disciplina
La diferencia es que en Brasil todos los sábados y domingos hay campeonatos, eso hace que cada semana los peleadores prueben su Jiu Jitsu y eso consecuentemente crea mayor competencia y desarrollo. En cada colonia había 5 o 6 escuelas, esto habla de la cultura deportiva que hay en ese país.
-¿Cuál considera que sea la esencia del Jiu Jitsu?
Que la persona sea humilde, que sea disciplinado y poco a poco su nivel técnico va a avanzar. Hay personas que llegan y creen que va a ser muy sencillo, se desesperan y dejan de entrenar, nunca van a llegar a ser ni peleadores mediocres. Tienes que llegar ser humilde y a entrenar.
El Jiu Jitsu en México: orígenes y vinculación con el gobierno
A pesar de que se tiene la idea de que el primer país al que llega el Jiu Jitsu en Latinoamérica es Brasil en 1917, según el libro “Siete migraciones japonesas en México (1890-1978)” de la escritora mexicana de origen Japonés, María Elena Ota Mishima, es en México durante la era Meiji (1868-1912), cuando Japón se proclama como promotor y guía de la modernización y occidentalización del país, es decir durante la primera migración masiva de Japón a Latino América que llega a México el llamado “Arte de la suavidad”.
Desde sus orígenes el Jiu Jitsu ha estado vinculado al entrenamiento militar de distintas naciones. Desde el Japón feudal, con los guerreros de elite Samurais, pasando por su uso en distintas naciones europeas como Francia para entrenar a su policía, lo mismo que en México durante el Porfiato, este sistema marcial ha sido considerado como una herramienta útil para los distintos gobiernos. Actualmente esta disciplina en México y en varios países aún mantiene un vínculo, como otras tantas más, con el entrenamiento de distintos cuerpos policiacos y militares.
El peleador cinta azul de Jiu Jitsu Brasileño (JJB) y también instructor de capoeira, Kevin Gutiérrez, aseguró en entrevista que la tarea de los cuerpos policiacos y militares es reprimir, por lo cual ellos utilizan todas las herramientas que tengan disponibles para hacerlo, sin embargo considera que es triste y lamentable que no haya más personas que practiquen cualquier forma de lucha para combatir la opresión del sistema en el que vivimos.
En entrevista explicó que la relación que tiene el Jiu Jitsu con la capoeira es la idea de transformación y adaptación, lo cual quiere decir “no oponerte a las dificultades sino encontrar la mejor posición y poder manejarlas con el menor esfuerzo”.
Para algunas luchadoras como Roxana Castellanos, este sistema marcial debe de ser utilizado como una herramienta práctica de autodefensa para niñas, niños y mujeres, que considera como uno de los sectores más vulnerables ante la violencia actual, en las aulas y en la propia familia. Otros, como el maestro cinta negra de JJB Anderson Souza, de Salvador de Bahía, Brasil, ven en esta disciplina una terapia de autocontrol y autoconocimiento del cuerpo y la mente que no debe de recaer en egos, sino en un sentido de humildad, disciplina y respeto.
En la actualidad esta disciplina sigue posicionándose en México, sin embargo aún queda mucho por crecer, concuerdan la mayoría de practicantes. Hay distintos puntos de vista al respecto de esta disciplina, sin embargo hay un común denominador y ese es la relevancia y el respeto que le tienen al denominado “Arte de la Suavidad” como un elemento fundamental en la práctica cotidiana (tanto dentro como fuera del tatami) de cada uno de los peleadores.