Edith Morales visibiliza nuevamente a las mujeres asesinadas en Oaxaca
Rocío Flores
OAXACA, Oax. Vacío es la ausencia, el recuerdo, la secuela por los 2 mil 700 feminicidios ocurridos en este estado de 1998 a la fecha; es la ofrenda de la artista Edith Morales para las mujeres invisibilizadas por gobiernos insensibles y omisos.
La creadora explica que ésta es una pieza sonora para recordar que siguen ocurriendo feminicidios a pesar de una alerta de género recién declarada por la Federación, el 1 de septiembre de este año.
Unas borlas rojas montadas sobre una malla en el patio del Museo de Arte Contemporáneo, aluden a las mujeres ensangrentadas, asesinadas por sus parejas y violentadas por las mismas autoridades que responden a una alerta, “sólo para cumplir”, sin una estrategia, señala la artista visual.
Durante la ofrenda la voz de Guadalupe Villa repite los nombres de las víctimas sin apellido, por una cuestión de preservar la confidencialidad en cada uno de los 2 mil 700 crímenes en ese periodo.
Edith Morales recuperó cifras y nombres de la plataforma de violencia contra mujeres de la organización Consorcio. “Al nombrarlas, les decimos no las olvidamos, reconocemos que sus muertes son crímenes violentos, y que pudimos haber sido nosotras debido a un sistema que no actúa desde lo profundo», expone.
«Es una manera de no quitar el dedo del renglón», dice Morales, quien ha abordado esta problemática social de inseguridad y violencia contra las mujeres en otras piezas de arte contemporáneo.
El patio a media luz se inunda de olor a copal, la resina aromática se extiende en las canaletas de agua, mientras se escucha soy María, soy Guadalupe, Marta, Edith, Carmen, Alejandra, y así se van repitiendo los 2 mil 700 nombres de las víctimas de feminicidios ante turistas expectantes que al ingresar entre montículos amarillos que simulan al camino sagrado, preguntan qué está pasando en Oaxaca.