Rocío Flores
OAXACA, Oax. Integrantes de 16 comunidades zapotecas de los Valles Centrales marcharon este lunes hacia las oficinas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para exigir a las autoridades cumplir con los acuerdos que permitan su participación en la administración del agua subterránea a través de reglamentos internos comunitarios.
Hace 12 meses, las comunidades agrupadas en la Coordinadora de Pueblos Unidos por la Defensa del Agua (Copuda) firmaron un acuerdo con autoridades federales que les permitiría su participación y además establecía la obligación de la Conagua de crear concesiones colectivas que les permitieran el uso del agua para fines agrícolas.
En dicho acuerdo con la titular de Conagua, Blanca Elena Jiménez Cisneros, participó también el director del Instituto de Pueblos Indígenas, Adelfo Regino Montes y el ex titular de Semarnat Víctor Toledo Manzur.
En su momento se anunció como un hecho histórico en el que se pretendía abrogar un decreto federal de 1967 que les impedía obtener libre acceso al agua para uso agrícola y a la vez reconocer el derecho de las comunidades indígenas a participar en la administración y preservación de las aguas nacionales.
El acuerdo se firmó después de una lucha que iniciaron las comunidades desde hace 15 años para revertir la escasez que vivían en sus comunidades, con la que lograron una consulta que este año cumplió 5 años.
En éste se establecía el reconocimiento de sus derechos territoriales por parte del ejecutivo federal, a través de la armonización de leyes y tratados internacionales; la participación comunitaria en la administración del recurso hídrico, la creación de concesiones colectivas de parte de la Conagua y la obligación de las comunidades para seguir realizando obras de captación de agua y el mejoramiento del sistema de riego para asegurar el aprovechamiento óptimo de los recursos hídricos.
Hasta hoy, señalan los manifestantes, estos acuerdos no se han cumplido, a pesar de que las comunidades han sido ejemplo del manejo comunitario de este recurso. “Los campesinos han enfrentado con paciencia un largo proceso y han sido responsables de la recuperación del acuífero”manifestó Carmen Santiago Alonso, de Flor y Canto A.C., organización que acompaña a las comunidades en su lucha desde hace 15 años.
“Solo nuestras comunidades han trabajado en la defensa del agua a través de la construcción de más de 500 obras de captación de aguas pluviales, hemos dado cumplimiento a los acuerdos para enfrentar la sequía así como los efectos derivados de la mala gestión de los recursos hídricos, la visión mercantilista y por supuesto, el cambio climático”, declaró.
En su opinión, esta falta de compromiso representa un grave retroceso en la consulta indígena que inició hace 5 años, debido a que lesiona los derechos de pueblos y comunidades campesinas.
Carmen Alonso y los campesinos zapotecas consideran que, además de los cambios en la Conagua que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció, es indispensable una nueva Ley General de Aguas, que cambie la política hídrica en nuestro país.
“Queremos una respuesta por escrito sobre la aceptación o rechazo de la propuesta que modifica el decreto y establece una zona reglamentada para el uso del agua, las observaciones de la Consejería Jurídica fueron turnadas a la institución que administra el agua, pero hasta hoy nos han negado información a pesar de haberlo solicitado por vía institucional y legal”, manifestaron por su parte los integrantes de la Copuda durante la clausura simbólica de las oficinas de la Conagua en la capital, donde exigieron respuesta a sus peticiones.
La propuesta, agregan, fue elaborada con la participaron instituciones como el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la Conagua y la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca y en ella, indica, se reflejan las demandas legítimas de sus comunidades.