Poesía originaria de Oaxaca
César Elí García
El Colectivo Editorial Pez en el Árbol surge como una propuesta independiente, dicho en otras palabras, autogestiona sus recursos. De esta manera hace posible que desde el 2010 ha trabajado en la publicación de distintos libros, escritos y gestados por oaxaqueños, con la intención de colocar sobre la mesa de discusión las ideas de mujeres y hombres que, abonan a entender la compleja realidad que vivimos.
Fue en mayo de este 2021 cuando vio la luz el proyecto multilingüe Verbo Raíz, poesía originaria de Oaxaca. Una propuesta antológica, en donde se reúne una docena de poetas que, construyen su mundo literario desde su condición de hablantes de una lengua originaria y las particularidades de visión que esto implica.
Podemos referirnos a este trabajo como multilingüe, pues sus doce autores, nos hablan con voces que testifican esa multiplicidad lingüística que tanto caracteriza a Oaxaca. Verbo Raíz contiene dentro de sus páginas tres variantes del zapoteco: di´ste, didxazá y ditsa xhetee. Por otra parte, del mixe se presentan las variantes ayuujk y ayöök. También está presente la vos mixteca o tú un savi y el huave o ombeayiúts. La reunión de estas cuatro lenguas, dan testimonio de la riqueza de recursos expresivos y lingüísticos, dentro de este territorio al sur de la cornucopia, que es México.
Las culturas mesoamericanas, al ser paganas-naturalistas, tenían una aproximación al mundo desde una representación simbólica de lo divino en la naturaleza; es decir, la naturaleza es para nuestros pueblos una fuerza ante la cual hay que replegarse, para ser reconocida como una madre piadosa, que nos dota de vida o nos castiga, si osamos transgredir sus límites. Esto ya supone una relación entre humano y naturaleza, relación que, se construye en un reconocernos como dependientes de la naturaleza, más que ver a esta como una mera fuente de recursos.
De ahí que tome relevancia, el proponer un testimonio poético, desde estas perspectivas tan particulares. Pues es claro que, el mantener las lenguas originarias vivas, supone ya una defensa del territorio. La cosmovisión indoamericana, está tomada de la mano de las lenguas originarias, recordándonos que los recursos no son una mera mercancía, sino más bien un regalo de la divinidad inmanente en la naturaleza. La voz de Ángel Aristarco Alonso en su poema Las manos de Dios certifica lo argumentado, al declarar que El sol viene a madurar mi corazón /a florecer los huesos de mi cuerpo.Para Ángel, hay una porción del sol en nosotros, una porción de divinidad. Contario a la perspectiva del progreso, en donde al sol se le ve como alimento para plantas generadoras de energía eléctrica, pero lo mismo puede ser el sol o el viento.
Quedan claras las implicaciones políticas, que se manifiestan al escribir en una lengua indomesoamericana. Pues, aparte de pautar una relación cargada de reciprocidad con la naturaleza, también nos recuerda que, es a partir de la lengua que se proponen los sistemas normativos al interior de los pueblos; pongo como ejemplo el poema El dyöös yaky de Olga Hernández, en donde podemos leer La asamblea ha elegido. /Ya se sabe quién trabajará al frente del pueblo durante un año. /El nuevo cabildo memoriza el Saludo y es hermoso escuchar cómo lo recitan todos juntos.
Defender la lengua, es también, defender nuestra autonomía. Pero no solo nuestra autonomía de organización, sino nuestra autonomía epistémica. En el poema recién citado, encontramos las siguientes líneas No sabían de escuelas, /ni de retórica, /y en esas palabras desbordaron toda su alma y su corazón. La educación “formal” se nutre de este conocimiento, sin embargo, difícilmente alcanza a abrazarlo por completo; para ello, deberíamos contar con la suerte azarosa de haber visto la luz al interior de una comunidad, hablante de alguna lengua indomesoamericana.
Verbo Raíz nos recuerda, lo poliédrico que es el mundo, en cuanto a maneras de entenderlo y nombrarlo. Estas doce voces, discurren entre temas que van de lo hogareño a lo comunitario, de lo individual a la visión totalizadora de la naturaleza. Sin descuidar la tradición del poema amoroso. Como es de esperarse, las figuras que se nombran para proponer metáforas también dan cuenta del universo cotidiano de nuestros pueblos.
En estas páginas discurren parvadas de cenzontles; que inundan todo con su canto, mariposas juguetonas; que frágiles como palabras cruzan el espacio y se posan en nuestros oídos. Por su puesto, también están presentes personajes de la mística colectiva, como los Kumantuk, esos seres que a medianoche salen a reunirse en el bosque, para ir de casa en casa a dejar el mal.
Es indiscutible que el canto de los pájaros no lo podemos entender, al menos no de manera racional. Mucho menos imaginar el significado de aquello que cantan; sin embargo, nos deleitamos con su trino. Existe en el canto de las aves un valor estético, en su mera melodía. Un valor al que no nos podemos aproximar de manera lógica, sino más bien intuitiva-sensible.
La editorial Pez en el Árbol nos propone desde este tomo de Verbo Raíz, escuchar el trino de estos doce poetas, al incluir un código QR con el cual podemos acceder a una serie de audios. Donde nuestros autores nos declaman sus versos, en esas lenguas que mamaron de las tetas de su cultura originaria. No hace falta comprenderlos de manera racional, solo entregar nuestros oídos a su canto. Porque esta es la manifestación de que la poesía es lo suficientemente universal, no se entiende, sino que se hace presente en nuestro ser cada vez que escuchamos su pura y mera melodía.