“No hay delito que perseguir”, dijo la agente del Ministerio Público a Elizabeth Cruz González, presidenta del Comité de Vida Vecinal del Barrio de Xochimilco, quien, junto con un grupo de habitantes de calles aledañas a la plazuela de la Cruz de Piedra, acudieron a denunciar la intimidación y agresiones verbales de las que fueron parte al querer realizar un acto público en ese espacio, el cual finalmente fue suspendido.
En las oficinas de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) ubicadas en la calle de Arista, Elizabeth Cruz denunció las agresiones verbales recibidas por parte de Isaac García Santos, un habitante de la zona que se ostenta como representante de los vecinos y que, por segunda ocasión en menos de un año, impidió que se realizara un evento cultural en la plazuela pública.
“Me dijeron que como no voy golpeada o lesionada, entonces no hay delito. Qué mal que me digan eso, porque estoy previniendo para que no me hagan algo y no pueden actuar ni como medida preventiva”, comentó la representante vecinal.
De acuerdo con versiones vecinales, en la zona hay intereses de artistas y funcionarios que residen ahí, tienen negocios y construyen un hotel.
“Solo yo doy permisos”
Elizabeth Cruz narró que cerca de las ocho de la mañana del lunes 21 de marzo, las personas participantes en el Festival Virtual Primavera 2022, entre ellos, artistas visuales, ecologistas y músicos de diferentes zonas de la capital, se reunieron para instalar el equipo con el que grabarían la actividad, pero fueron interrumpidos por Isaac y sus hermanos Agustín y Apolinar García Santos.
“Estábamos terminando de montar cuando Isaac se acercó y nos pidió el permiso. Se lo mostramos. Lo vio y dijo: ahora traigan a la persona que se los firmó. El único que puede dar los permisos soy yo”.
El permiso, firmado por Adriana Coronado, jefa de la Unidad de Trámites Empresariales de la regiduría de Espectáculos municipal, estipulaba que la actividad tendría una duración de dos horas y que sería grabada solo para una transmisión virtual, respetando los límites máximos de decibeles permitidos durante el día.
Los participantes insistieron en que tenían los permisos. Pero a los hermanos García Santos no les importó el documento oficial. “Se molestaron porque les dijimos que lo íbamos a hacer. Nos quisieron golpear”, comentó la denunciante.
La actividad tenía el objetivo de recordar la historia del barrio de Xochimilco con la participación de tres expositores, el cronista del árbol del Tule , Abel Ramírez y un trío con una ronda de tres canciones.
“Entiendo el sentido de pertenencia, pero los espacios públicos no son nuestros, los podemos mantener, vigilar, pero no podemos impedir que todos hagan uso de él», concluyó Elizabeth, quien enfatiza que su única función es difundir lo que acontece en su comunidad.
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