Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

¿Representante de Oaxaca?

Suponemos por ley, que un Gobernador representa al estado que lo eligió. Sin embargo, y siguiendo la reflexión que hace hincapié en una elección cuantitativa y otra que puede ser cualitativa, se nos convoca a pensar que para tener un representante con calidad en su elección, está muy lejos Oaxaca de poder tenerlo.

Representar a un equis número de ciudadanos o comuneros, ya sea de partido o de modo asambleario, tendría en primera instancia que ser conocido por quién lo elige. Y para ser conocido tiene que trabajar directamente con el núcleo que lo puede elegir, si es que su labor es de la satisfacción de esa ciudadanía que lo mira laborando. 

Oaxaca se integra de más de 10 mil comunidades, 8 mil eligen a sus representantes de modo asambleario. Con ello y para elegir un representante, las solo las 8 mil tendrían que acordar el modo de elección, que obviamente tendría que ser una asamblea (de los 8 mil representantes de asamblea), más aquellos elegidos por partido, organización y mecanismos de elección, mecánica  que es inexistente.

Oaxaca actualmente es regido políticamente mediante el sufragio, es decir el voto clandestino. Y al no tener un mecanismo asambleario electoral, oscurece su participación política mediante urnas que esconden procedimientos que se realizan para ganar por cantidad y no por calidad. 

Esto demuestra que Oaxaca, realmente no tiene un representante, se lo imponen mediante mecanismos oscuros, que se prestan a la compra, a la manipulación, al robo de una cantidad de votos, que no son de calidad participativa.

Oaxaca merece tener representantes, pero su realidad mayoritariamente asamblearia, designa su derecho a tener mecanismos electorales que no se funden en la cantidad, sino en la calidad de la participación.

Todo esto nos conduce a precisar: Oaxaca merece una Refundación Constitucional. Aunque habría que ver si lo Constitucional va con su personalidad comunal.