El 25 de julio pasado, durante la función vespertina de la Guelaguetza 2022, la joven saxofonista María Elena Ríos ejerció su legítimo derecho a la manifestación y extendió una manta con la frase “Oaxaca feminicida”, para recordarle al gobernador Alejandro Murat Hinojosa que está pendiente la justicia por los 667 feminicidios en su administración y responder a una recomendación que la CNDH emitió en febrero de este año por la violencia institucional cometida en contra de ella.
El gobierno del estado aceptó el contenido documento el 8 de marzo y dijo que se dieron instrucciones para dar cumplimiento al mismo.
La recomendación fue clara, las autoridades estatales tenían dos meses para cumplir con lo señalado por el organismo de derechos humanos, pero hasta ahora no lo han hecho.
La CNDH pidió al gobernador Alejandro Murat Hinojosa y al titular de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), Arturo Peimbert Calvo, el reconocimiento de la responsabilidad y ofrecer una disculpa pública a las víctimas; la reparación del daño ocasionado a María Elena Ríos y a sus familiares en los términos y condiciones que establece la Ley General de Víctimas.
También que se les proporcione la atención médica y psicológica que requieran, de manera continua hasta que alcancen su sanación psíquica y emocional o el máximo beneficio en su salud.
Además de realizar de manera inmediata una campaña de promoción y difusión de los derechos de las mujeres, víctimas de violencia de género en toda la entidad, con duración de al menos un año, y remitir a la Comisión Nacional las pruebas con que se acredite el cumplimiento de la campaña.
Así como realizar una campaña de promoción de los derechos de las mujeres víctimas de violencia de género en los municipios de la región Mixteca y de prevención de los ataques de ácido por un tiempo de un año, con especial énfasis en Huajuapan de León y el municipio de residencia de María Elena Ríos.
Debido a las violaciones a los derechos humanos reiteradas por la FGEO, una vez aceptada esta recomendación, de manera inmediata, esta institución estatal deberá realizar todas las acciones para declinar su competencia a la Fiscalía General de la República (FGR).
Entre las recomendaciones, María Elena Ríos resalta que la Fiscalía estatal decline su competencia a la FGR. Su argumento es que en Oaxaca existe complicidad entre el gobernador y uno de sus agresores, J. V C., actualmente detenido; además de que hay un quinto implicado al cual las autoridades no han detenido a pesar de los esfuerzos de la víctima, incluso de señalar el lugar donde puede encontrarse el presunto agresor.
“No me arrepiento, este día fue de todas”, dijo María Elena Ríos después de la protesta en el auditorio Guelaguetza, del que la desalojaron una decena de elementos de seguridad, lo cual contrastó con el trato que ofrecieron al ex secretario de la Defensa Salvador Cienfuegos, investigado por la FGR, presuntamente por haber obtenido millones de pesos por transferencias irregulares desde el extranjero.
Las razones de las protestas de mujeres como María Elena sobran, las calles de la ciudad también las nombran, el estado está entre uno de los estados con alerta de género por la violencia feminicida que pone en riesgo la vida de las mujeres.