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Cuestionan apropiación cultural de marca Moravy y uso de recursos públicos en Mercedes-Benz Fashion Week

Un nuevo caso de apropiación cultural indebida se  debate en Oaxaca. Esta vez no se trata de Isabel Marant, Zara, Levis o alguna otra firma internacional reconocida. Los señalamientos son contra la marca de ropa Moravy, propiedad de Ivette Morán, la presidenta honoraria del DIF y esposa del gobernador del estado Alejandro Murat Hinojosa.

La crítica comenzó  desde hace un par de semanas entre la ciudadanía, algunos medios digitales locales y  en las redes sociales. Este miércoles finalmente llegó al Congreso del estado. La diputada Yesenia Nolasco expuso ante el Pleno, como integrante de la bancada de Morena, que la marca Moravy hace uso  del patrimonio cultural de las comunidades indígenas y afromexicanas como “fuente de inspiración” y  comercializa sus prendas aprovechándose del trabajo de las comunidades.

En tribuna, la diputada de Morena recordó que el estado de Oaxaca cuenta con una gran variedad de textiles y cada uno se caracteriza por técnicas e iconografías  que responden a una concepción de vida  y tradición particular de cada región.

“Estos textiles son parte de un legado cultural que han pasado de generación en generación y en su  elaboración intervienen muchas personas, desde bordadoras y tejedoras hasta productores de tintes naturales”.

Sin embargo, dijo, muchas marcas han aprovechado esa riqueza textil  de los pueblos originarios para confeccionar prendas con el argumento de que son  “fuente de inspiración”, pero lo que hacen es atentar contra los derechos de la propiedad intelectual y  colectiva de los pueblos indígenas y  afromexicanos de Oaxaca, como en el caso de la marca Moravy.

Esta es una marca que se publicita como “moda artesanal para ir a cualquier lugar”  o ”alta costura para ocasiones especiales” con  costos que van desde 3 mil 500 hasta 29 mil 900, y solo algunas de 800 pesos, tal como se muestra en su sitio web.

La legisladora aclaró que no están en contra de promover las creaciones de los pueblos originarios, solo que esas marcas que se comercializan como “alta costura”  no ofrecen remuneraciones equitativas. Tampoco de promover el talento de oaxaqueñas y oaxaqueños en estos eventos. “Estamos molestos porque se utilizan un sinfín de recursos públicos para la promoción de una sola persona, en una agenda que está enfocada en una contienda presidencial por el 2024″, dijo.

La legisladora argumentó que tan solo en el segundo informe trimestral de la Secretaría de Finanzas, la Coordinación General de Comunicación Social  del Gobierno del estado incrementó su presupuesto de 117 mil millones de pesos a 224  mil millones de pesos.

Si se toma en consideración que Oaxaca es uno de los estados más pobres en el país, un evento de la talla del Mercedes-Benz Fashion Week y la publicidad en la revista Vogue representan un lujo y un gasto innecesario de los recursos públicos, sobre todo tomando en cuenta que el estado atraviesa por una problemática de falta de servicios básicos,  inseguridad y feminicidios, expuso.

“No  cabe duda que si algo sabe hacer bien este gobierno, es precisamente gastarse el  dinero en autopublicitarse sin  que le importe las condiciones del estado y sobre todo que estamos endeudados hasta el 2044”, declaró en tribuna.

Su compañera de bancada Nancy Benítez Zárate recordó que en mayo de 2021 el gobierno estatal (y también federal )se pronunció en contra de la marca Zara y otras por la apropiación cultural indebida de diseños de las comunidades de Santa María Tlahuitoltepec, San Juan Colorado y San Antonino Castillo Velasco. 

Por eso, dijo, “apelamos a que utilice el mismo criterio ante la utilización de los diseños textiles” en  la  primera edición de Mercedes Benz Fashion Week. Este un evento que se desarrolla en Oaxaca del 17 al 20 de agosto con el supuesto de lograr que el lujo promueva y aliente el consumo de la moda, la gastronomía, el arte y la cultura del estado.

“Pedimos el pleno respeto por el uso de aprovechamiento y comercialización de los elementos culturales de los pueblos  originarios de Oaxaca y comunidades afromexicanas», manifestaron ambas legisladoras, en coincidencia con un grupo de personas inconformes que se manifestaron este mismo día en la capital del estado frente a la tienda Moravy, propiedad de la presidenta honoraria del DIF.

“Los  diseños  textiles de los pueblos indígenas y afromexicanos de las ocho regiones forman  parte de sus derechos colectivos, de su identidad y su cosmovisión, por ello  el uso indebido o sin su autorización por parte de individuos ajenos a la comunidad indígena, con  el fin de sacar provecho de sus diseños y elementos culturales, constituyen una violación directa a sus derechos colectivos y por lo tanto  deberían de suspender de manera inmediata toda acción  que se pretenda realizar en perjuicio de estos derechos, máxime si de esta utilización no saldrán  beneficiados los pueblos y comunidades indígenas  y afromexicanas de Oaxaca”, precisó.

Las consideraciones expuestas se pusieron a votación en el Congreso local, los integrantes de la bancada del PRI guardaron silencio y pidieron repetir la votación, finalmente el Pleno del Congreso local aprobó con 27 votos a favor,  un exhorto al gobernador para que garantice el pleno respeto y la remuneración justa por el uso y comercialización de los textiles de los pueblos indígenas y afromexicanos.