Red de editoriales, una alternativa ante la hegemonía de proyectos culturales y editoriales en Oaxaca
Una red de escritores, editores, editoriales y librerías independientes de Oaxaca realizará este sábado en la Plazuela del Carmen Alto el Primer Tianguis Literario Popular y Autónomo, con el que buscan abrir otros espacios para proponer una literatura más cercana a “la banda”, a la gente de los pueblos, de las colonias y los barrios de la ciudad.
La propuesta, según explican algunos de los organizadores, surge ante la hegemonía de proyectos editoriales impulsados por la iniciativa privada con recursos públicos y la indiferencia de las instituciones en Oaxaca a otro tipo de proyectos.
El germen ha sido buscar un camino propio. No vamos a esperar que nos inviten instituciones, festivales o ferias. Es necesario organizarse, comentan en entrevista Rodrigo Islas Brito, Kurt Hackbarth, David Arambulu y Frekan, integrantes de esta red.
La iniciativa surgió inicialmente como un encuentro de escritores de Oaxaca o que viven en el estado. “Dijimos. vamos a hacerlo y comenzamos con una convocatoria, la banda de 8 Trueno fueron los primeros en responder”, cuenta islas Brito, escritor de Pandemia Ediciones.
El editor de Matanga Taller Editorial, Kurt Hackbarth comenta que como editores perciben que hay mucha energía en el mundo editorial independiente de Oaxaca, “veíamos que muchos proyectos estaban trabajando solos por su lado con sus propios proyectos y vimos que hay muchas cosas en las que podemos trabajar en conjunto, por eso pensamos en esta red”.
Como integrante de la editorial 8Trueno, Frekan considera que en el mundo editorial en Oaxaca ellos son expresión dentro del movimiento social y popular. “En nuestro actuar siempre ha estado la lógica de la autogestión, de autopublicarnos porque ahí reside nuestra fuerza”, comenta.
Así, tomando en cuenta la lógica de autogestión, la diversidad y libertad editorial que perciben, la red concluyó que de ellos (iniciativa privada e instituciones oficiales) no iban a esperar nada. “Aquí estamos reunidos, qué más estamos esperando, solo era necesario empezar a organizarnos”, comenta Frekan.
Inicialmente esta red pensó con la idea de una antiferia, porque —como recuerda Rodrigo Islas— surge en un momento en que se acaba de celebrar el festival de escritores de Oaxaca y hubo polémicas de si habían incluido realmente a escritores del estado o no.
Luego pensaron en un encuentro de escritores, pero fue descartado porque consideraron que solamente las personas que se dedican a la palabra escrita, la literatura o el periodismo iban a verse ahí.
Reivindicar el espacio público
Finalmente, la red decidió por un tianguis porque es un lugar más natural de encuentro de los barrios, las comunidades y los pueblos originarios.
“Vamos a reivindicar el tianguis como una forma de encuentro de siglos atrás que se da en la ciudad y en el campo, más allá del romanticismo. Queremos que sea cercano, atractivo, por eso en el flyer reivindicamos el rótulo mexicano, retomamos la idea de los anuncios fosforescentes que usan los camiones, todo es pensado no solamente es calentura del momento”, abunda Frekan.
Para él es importante mencionar que, al menos su propuesta parte de procesos organizativos en las colonias y comunidades: “creo que es justo y nos debemos a ellas, pues de ahí nacemos, ahí nace la inspiración, ahí nacen las historias que narramos y nuestras luchas por reivindicar el arte y la cultura”.
David, quien es propietario de la Librería Arambulu, considera que hay una red de librerías independientes, mal llamadas de viejo y librerías de barrio que juntas hacen un catálogo interesantísimo, incluso más rico que las otras librerías grandes, porque hay más diversidad, por eso recuperar este concepto de tianguis resulta acertado en el sentido de la movilidad y la diversidad.
Pero el tianguis también responde a un asunto práctico, pues como editoriales independientes no tienen los miles de pesos para pagar por estar en otros lugares y la idea tampoco es usar el dinero público, explica Kurt: “nuestro proyecto es otro, queremos que se acerque la gente a los espacios públicos, no estamos conformes con la privatización de la cultura ni proyectos de élite.
Los organizadores están fijando una postura que no solo atañe al ámbito editorial, sino a la vida en general. Para ellos, la pandemia fue una muestra clara de la desigualdad crónica que está creciendo cada vez más. “En una ciudad que se está gentrificando cada segundo, en donde hay una realidad opresiva, para la banda que estamos abajo esta es una manera de cobrar conciencia del lugar que vivimos”, precisa el escritor Islas Brito.
“Estamos diciéndole a la gente que no estamos esperando que nos inviten. Vamos a actuar, y esperamos que así sea de ahora en adelante”, concluyen.