Para Benito y Vanesa, con un abrazo
Había una luna enorme la noche en que Paul Cohen se despidió de este mundo. Quizá porque su energía vital era tan luminosa que obsequió a esa oscuridad toda la luz que guardaba en su ser.
A sus 69 años, Paul era un hombre cuya jovialidad y bondad iluminaban el mundo complicado y no pocas veces tenebroso que compartimos con él. Es una fortuna haber compartido algunas conversaciones y muchas risas con un artista tan generoso y alegre como era este músico, maestro además de algunos amigos muy apreciados.
¿Qué sería de este mundo sin música? Es inevitable detenerse a pensar en esa posibilidad aciaga cuando se pierde a uno de los creadores de melodías más talentosos que han pasado por Oaxaca y, desde esta ciudad tan conflictiva, han extendido sus notas para el mundo.
La maestra Lila Downs pierde a su compañero de tantas creaciones regocijantes, conmovedoras, sanadoras, y no somos pocos los que lamentamos esa separación inesperada y dolorosa. Ojalá la fortaleza que la caracteriza le permita reponerse pronto de este infortunio.
Quienes conocimos a Paul lamentamos no sólo la desaparición de su extraordinario talento musical, sino la ausencia de un hombre bondadoso, siempre dispuesto a obsequiar su optimismo ante los muchos males que nos asedian. Un padre que nos dio muchas y excelentes lecciones de cariño a quienes tratamos de acompañar a nuestras hijas e hijos por los difíciles caminos de la tierra.
A sus 69 años, Paul Cohen miraba este mundo agitado e incierto con una sonrisa luminosa y le obsequiaba sus melodías. Recordaremos su música con afecto. Nos hará falta su luz.
2 Comentario
Carina Pérez García
Qué lindo.
Den crédito a la foto, queridos.
Esa se la tomé yo.
Oaxaca Media
Gracias Carina, con gusto le agregamos el crédito. Una disculpa, la tomamos de la web y no tenía crédito.
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