Correr superando las adversidades, esa ha sido la ruta de la deportista Flor de María García Peralta, quien de superar un accidente que frenó su preparación como atleta, llegó al podio de los 100 kilómetros del Ultra Trail Oso Negro, en Villa de Santiago, Nuevo León a principios de este año 2023.
Esa es la historia de tenacidad y esfuerzo que tuvo que recorrer la promesa del trail oaxaqueña, quien con recursos propios figuró en esa carrera del Norte del país, una de las más emblemáticas de montaña a nivel nacional.
Flor de María se preparaba para participar en los 100 kilómetros en el trail en la Sierra Mixe, en noviembre de 2022, pero 15 días antes sufrió un accidente en motocicleta que truncó su participación.
“Faltaban solo 15 días, mi ilusión era hacer esta distancia en Oaxaca y sufrí un accidente que hizo que no pudiera ni siquiera pisar”.
Trazar una nueva ruta
A pesar de ello, la atleta no desistió en su objetivo y gracias al trabajo de fisioterapia y a la asesoría de su entrenador Mario Meneses trazaron una nueva ruta y así la preparación se enfocó en el Ultra Trail Oso Negro del 2023, una de las carreras más prestigiosas del calendario de competencias de montaña., en la que debutó y logró un tiempo de 24 horas y 59 minutos y 59 segundos, lo que la colocó en el tercer lugar.
Las lágrimas afloran en el rostro de la corredora cuando recuerda todos los momentos y sacrificios que tuvo que realizar para llegar a su debut en esta competencia y sin duda más allá del podio, su mayor satisfacción en lo personal es “poder lograr sus sueños”.
De la ciudad a la montaña
Flor de María inició en la actividad atlética desde hace 3 años como corredora recreativa fueron en las carreras nocturnas organizadas por el Club Nitgh Runners, pero al paso del tiempo conoció las competencias en la montaña y su curiosidad la llevó a incursionar en esa modalidad.
“Empecé por curiosidad, pero el disfrutar del aire libre me llevó a cambiar el asfalto por los ascensos en la montaña”, expresa.
Así, sus primeros podios fueron en Lachatao, con un cuarto lugar, y en el trail de la Carroñera, donde obtuvo un cuarto lugar en la prueba de los 12 kilómetros.
Poco a poco y siempre con un espíritu de superación, Flor de María García Peralta incursionó en carreras de más kilometraje para trazarse como objetivo de correr sus primeros 50 kilómetros. La pandemia frenó los planes para seguir creciendo en el ámbito competitivo, pero no detuvo sus entrenamientos como deportista.
“Durante la pandemia ocupé las noches para poder salir a entrenar y así pasamos casi un año de intenso entrenamiento”, recuerda la atleta.
Con una mentalidad competitiva, Flor de María García Peralta volvió a las competencias en el 2021, donde se ubicó en la octava posición en el Golden Trail de Cerro Rojo en Puebla en la que se ubicó como la cuarta mejor oaxaqueña.
“Fue una gran emoción, porque no sabía que en esa competencia había corredores tan experimentados. La verdad no creía en el resultado, era una carrera técnica y de un alto grado de exigencia, pero el deseo de hacer las cosas me animó durante todo el recorrido”.
Fue ahí donde vino la transformación de Flor de María García Peralta. A partir del trail de Chico, Hidalgo fue considerada como una corredora de élite, situación que la llevó a una autoexigencia como atleta.
“Empecé a correr por salud, pero me llamaban la atención las distancias largas, sé que algo cambió en mí cuando en Hidalgo salí en el bloque de corredoras de élite y de ahí planeé con mi entrenador trabajar para correr la distancia de los 100 kilómetros.
Bajo la supervisión del experimentado corredor de montañas Mario Meneses comenzó la planeación para incursionar en esa distancia y una de las carreras planeadas fue el trail de la Sierra Mixe, donde finalmente no pudo participar, pero eso lejos de desanimarla, la motivó a prepararse para el Trail del Oso Negro en Monterre, Nuevo León.
Su crecimiento no ha sido fácil. Recuerda que antes del accidente tuvo una participación complicada en el Selectivo para el Mundial de Tral en Real de 14, en el cual tuvo que viajar 16 horas para concretar su participación, pero eso no la detuvo en sus retos deportivos.
“El camino no ha sido fácil, hemos tenido que transformar las circunstancias en éxito y tomar las decisiones adecuadas”.
“El ciclismo ha sido fundamental en mis entrenamientos, mi bici no es de marca, es de esas con las que vas por las tortillas a la tienda, pero ella me ha acompañado durante dos años en mis entrenamientos”.
Flor de María agradeció el apoyo al club Mario Meneses quien siempre la ha apoyado en el proceso, así como a su amigo Gerardo Torrano y a su hija Leyla Colmenares.
“Me siento muy emocionada y satisfecha por el logro, enormemente agradecida con la montaña que me puso en mi lugar de la mejor manera, con Dios y sobre todo con mi cuerpo y mente que no me abandonaron”.