Fotografía: Mario Arturo Martínez Velásquez
Interpretado por Elia Pangaro (Italia) y Rosanne Van Barneveld (Holanda), bajo la dirección del bailarín y coreógrafo Vangelis Legakis, este viernes se estrenó en Oaxaca el performance Ecos rotos – Broken Echoes
La pieza, inspirada en el poema Ecos rotos – Broken Echoes, con música de original de Eduardo Farres y Feyo Jiménez, así como unos sencillos efectos visuales –pero no por ello menos importante– , y un conjunto de elementos coreográficos permitieron al público disfrutar del sentido dramatúrgico de la danza.
Por unos 45 minutos, Elia Pangaro y Rosanne Van Barneveld condujeron al público a distintos niveles emotivos que abrían la posibilidad de imaginar y reflexionar sobre esas decisiones que todo el tiempo van orientando nuestra vida a una nueva circunstancia.
Con un manejo escénico singular, la pieza no solo refleja la interioridad emocional de los artistas, sino que expresa un contenido subjetivo que todos los seres humanos podemos explorar.
La puesta en escena invita a pensar en las posibilidades infinitas, de esas realidades en las que de pronto se pierde la esperanza, pero que siempre nos ofrece la oportunidad de un nuevo comienzo.
Ecos rotos – Broken Echoes se presenta nuevamente este sábado en el teatro Juárez de la ciudad de Oaxaca, ubicado en Avenida Juárez No. 703.
POEMA Ecos rotos – Broken Echoes
Ecos rotos – Broken Echoes
Con cada elección que hacemos, somos llevados a un lugar nuevo.
Las segundas oportunidades se ganan con las decisiones que tomamos.
¿Podemos apreciar los daños una vez hechos?
Se pueden cometer errores,
se pueden aprender lecciones.
En lo que elegimos olvidar,
y en lo que perdonamos.
Los nuevos comienzos se crean a partir de finales claros.
Y lo que una vez fue el ahora, querido,
se convertirá en el pasado.
Tantos mundos desconocidos por explorar.
Memorias que han esculpido realidades.
Realidades en las que se puede perder la esperanza.
Y realidades que pueden descubrir nuevos comienzos.
Dime, ¿dónde has estado?
Estabas en mi mente, en mi corazón.
Deja espacios vacíos para perseguir lo desconocido.
¿Para encontrar qué?
Para encontrar una nueva esperanza, una nueva chispa.
Busqué en todos los lugares más oscuros que no se pueden ver.
Y con cada paso que doy, tu recuerdo acecha.
Incluso después de que el tiempo y los recuerdos hayan pasado,
el tiempo juntos se aferra a mí.
Solía soñar, soñar con muchos mundos,
y ahora, cuando cierro los ojos, solo te veo a ti.
Atesoro ese recuerdo grabado en el pasado.
Y espero pacientemente este momento, este fugaz
momento de entrega, para cristalizar en el ahora.
Me dejé libre y abracé la vida como mi guía.
Lo que una vez fue un suave susurro de tu amor,
ligeramente roto, todavía resuena en mi corazón.
Y ahora, he llegado a una nueva incógnita.
Dime, ¿qué es este lugar?
Un santuario para los ecos rotos.