» Vi a mi madre hablar con los muertos y ser habitada por los espíritus» vi los cuerpos de mujeres ser habitados por otras entidades, presencié los gritos, los murmullos y llantos de otro tiempo, de otro espacio».
Tomado del libro Gritos y gemidos de otro tiempo: llantos agitados y silenciosos de Claudia López Terroso.
La bailarina oaxaqueña Rosario Ordoñez estrenará este viernes 26 y sábado 27 de mayo una nueva pieza escénica construida en colaboración con la coreógrafa Laura Vera y la artista Claudia López Terroso como parte su proyecto “Todo lo cercano se aleja”, beneficiado por el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales emisión 2020-2023, y bajo la producción de Invernadero Danza.
“Todo lo cercano se aleja”, más que una frase de Goethe, para mí es una premonición de la existencia; permite confirmar lo que muchos seres no deseamos: la pérdida, la destrucción de lo que amas, el reemplazamiento de uno mismo frente al otro (movimiento, tiempo, perspectiva) todo como método para una ‘nueva’ conquista”, explica la también gestora cultural Rosario Ordóñez.
Ordoñez narra que escribió este proyecto para ser capaz de mirar a la memoria como un ente que tiene vida propia, y genera sus propias sensaciones, pensamientos, reacciones y que está presente en nuestra vida diaria (consciente o inconscientemente) reconozcámoslo o no.
Hablar sobre mis memorias es un trabajo personal que no es sencillo, aunque tengo algunas tan impregnadas que hablan por sí solas desde mi mirada, mi lenguaje gestual, verbal y corporal.
Para el proyecto “Todo lo cercano se aleja” invitó a varios coreógrafos y artistas (los que compartían sus memorias) con los que ya trabajó durante dos años anteriores. “Olvido florido” es la tercera pieza escénica creada desde que el proyecto inició en el 2020.
“Esto es como un ejercicio personal de mover mi cuerpo, mis propios recuerdos, y de ser consciente que, aunque era una memoria completamente distinta a la mía, en mi cuerpo cobraban sentido porque se van conectando con mi historia”, explica.
“Hacer visible y mostrar mi historia o el monstruo (que he construido) es lo que me interesa de la memoria; tener la capacidad de revivirla con mi cuerpo, encontrar en esas piezas usadas una ruta que me dé claves para tratar de reconocer la realidad de la imaginación, intentar reorganizar el desorden, revalorar la tristeza, cobijar al abandono, pretender saciar las carencias, procurar no abrumar mi presente. Reescribir mis memorias corporalmente es un hechizo para (intentar) no olvidarlas y redescubrirlas a partir de trazos”, cuenta Rosario Ordoñez.
“Olvido florido” surge a partir de las profundas y fuertes memorias de la artista visual Claudia López Terroso, con la coreografía y dirección escénica de la maestra y coreógrafa Laura Vera, la música original es del compositor Miguel Ángel Frausto; Lubia Corres en el vestuario, estilismo y con el apoyo del artista Mauricio Ascencio en la recreación del ambiente de una casa del Istmo de Tehuantepec, donde sucedieron estas memorias.
Desde que comenzó el año iniciamos este proceso de colaboración que personalmente ha sido muy bello, hablar, compartir, improvisar, conversar con los increíbles amigos y artistas con los que me tocó colaborar fue también un ejercicio de reencuentro.
“Olvido florido” se presentará el viernes 26 de mayo a las 19 horas y el sábado 27 de mayo, a las 20:00 horas. La entrada general es de 100 pesos y se ofrecerán descuento del 50% a estudiantes, bailarines y niños, maestros e INAPAM.