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Por Gisela Blas Piñón
Después de varios años y de haber consultado a un gran número de especialistas, Guadalupe, de 42 años, dice que ahora sabe que los problemas que tiene son de metabolismo. Por eso no hay dieta que baje fácilmente el colesterol ni el peso corporal; y que todo está relacionado con el hecho de que frecuentemente se sienta cansada y triste.
“Resulta que mi corazón y mi cerebro no disponen de suficientes hormonas tiroideas. Llegar a ese diagnóstico fue complejo y tardado, y esto les pasa a muchas personas, tienen lo mismo y no lo saben… tienen hipotiroidismo, y la responsable de esto es la glándula tiroides”, comenta con seguridad.
Desde hace 13 años, a Guadalupe, quien vive en la ciudad de Oaxaca, le fue diagnosticado hipotiroidismo, este es parte de su relato sobre lo que es vivir con la enfermedad y cómo ha aprendido a convivir con ella:
“Me enteré que tengo hipotiroidismo cuando tenía 33 años, aunque según la endocrinóloga que me atendió por primera vez, pudo generarse cuatro años antes, luego de que me embaracé de mi hijo.
Empecé con síntomas que no sabía que estaban relacionados con eso, creí que era estrés, mala alimentación, cansancio; o sea, sí era un poco todo eso, pero también se debía a que mi glándula tiroides no funcionaba de manera correcta o había dejado de funcionar.
La pasé mal, sobre todo cuando empecé a subir de peso y por más que hacía dieta o ejercicio no lograba bajar, se me subía la presión porque tenía el colesterol y triglicéridos altos. También tenía la piel muy seca, noté que se me caía el pelo, me costaba mucho concentrarme en el trabajo y tenía algunos problemas de memoria.
Pero lo más difícil fue la afectación psicológica, me sentía desganada, cansada, no entendía por qué estaba triste y con ganas de llorar casi todo el tiempo. Claro que en parte era por todo lo que me pasaba físicamente, sentía que había perdido algo, pero también era algo que no podía controlar.
Ahora sé que algunos de los síntomas del hipotiroidismo se parecen a los de la depresión. Y que cuando tienes hipotiroidismo puedes padecer depresión.
Pero no fue fácil saberlo, pasaron tres años con diferentes síntomas y con asistencia médica general, fui hasta con un neurólogo por los dolores de cabeza, hasta que alguien sugirió que podría ser hipotiroidismo. Una vez diagnosticado fue relativamente más fácil seguir un tratamiento y un nuevo estilo de vida, ya con la ayuda de una endocrinóloga.
También he tenido apoyo psicológico porque no es fácil asimilar que tu cuerpo no funciona como debiera, que tu sistema inmune se ataca a sí mismo, que ya no podrás comer todo lo que te gusta y que incluso ahora debes comer algunas cosas que quizás no te gustaban, y que debes realizar una actividad física al menos por 30 minutos al día.
Es importante asimilar que tu estado de ánimo, en parte, se debe a que tu tiroides no funciona bien y no tanto a que tú no estés poniendo de tu parte. Al menos así fue en mi caso.
Aún sigo, hay que aprender a vivir con esto, a volverlo parte de tu vida, solo cuando lo asumes se vuelve más sencillo.”
¿Qué es y qué hace la tiroides?
La tiroides es una glándula endócrina en forma de mariposa ubicada en el centro del cuello, que produce y libera dos hormonas: triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), y controla la manera en que el cuerpo utiliza la energía y hace que los órganos funcionen de manera correcta.
Las funciones de las hormonas tiroideas son muchas, por ejemplo: regulan el metabolismo, la frecuencia cardiaca, la temperatura corporal, el crecimiento y el desarrollo del cuerpo, el tracto gastrointestinal, la memoria y el peso corporal. También afectan el estado de ánimo y el bienestar emocional.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay más de 750 millones de personas que tienen algún tipo de patología tiroidea, es decir, 10 por ciento de la población mundial. De ese porcentaje, 60 por ciento desconoce que tiene algún problema de tiroides.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2019, en México, tres de cada mil mujeres mayores de 50 años, tuvo problemas de tiroides, es decir, 2 por ciento de la población. Y refiere que en el caso de los hombres la proporción es de 0.6 casos por cada mil, según cifras dadas a conocer por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Las mujeres que están en el rango de edad entre 40 y 50 años son consideradas grupo de riesgo y se recomienda a quienes superan los 50 años que se hagan una prueba de tamizaje o perfil tiroideo.
Sí, las mujeres son más propensas a desarrollar enfermedades de la tiroides en comparación con los hombres, especialmente después de un embarazo o luego de la menopausia.
Una de cada ocho mujeres desarrolla complicaciones en la tiroides a lo largo de su vida, lo que puede provocar diversos problemas: con el periodo menstrual, para quedar embarazada y durante el embarazo.
A veces, los síntomas por problemas de tiroides se confunden con los de la menopausia. Lo más probable es que la enfermedad de la tiroides, especialmente el hipotiroidismo, se presente después de la menopausia.
Sin embargo, aclara la doctora Evelyn Pérez Trejo, endocrinóloga pediatra, las afecciones tiroideas pueden iniciar desde la gestación, al momento de nacer, en la niñez o la adolescencia, “por eso es importante el tamiz metabólico”, aseveró, al tiempo de agregar que es uno de los problemas más subdiagnosticados en la niñez.
Explica que los trastornos tiroideos se presentan principalmente cuando esta glándula, la tiroides, no funciona de forma adecuada debido a que secreta la hormona tiroxina o T4 en mayor o menor cantidad de lo que debería. Los principales trastornos de la tiroides son el hipotiroidismo, el hipertiroidismo y el cáncer de tiroides. Cada trastorno presenta distintos síntomas. En esta ocasión interesa hablar del hipotiroidismo.
El hipotiroidismo o tiroides hipoactiva
Se origina cuando la glándula tiroides no produce suficiente cantidad de hormona T4, causando que la glándula pituitaria, el hipotálamo o la tiroides misma no funcionen bien.
La doctora Evelyn Pérez Trejo expone que para que la tiroides funcione, el cuerpo necesita tener suficiente yodo. El proceso para producir las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3) es como una cadena entre el hipotálamo, la hipófisis y la tiroides (el llamado eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo o HPT).
“El proceso va así: primero el hipotálamo produce la hormona liberadora (TRH) después la hipófisis libera la Hormona Estimulante de Tiroides (TSH) y, finalmente, la tiroides actúa. Pero a veces este sistema no funciona. Si produce más hormonas de las que se necesita ocurre el hipertiroidismo y si, por lo contrario, la glándula produce menos, ocasiona hipotiroidismo”, puntualiza la especialista, quien brinda atención médica en la ciudad de Oaxaca de Juárez.
Según el sitio web de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH por sus siglas en inglés) del Gobierno de Estados Unidos de América –la agencia de investigación médica más importante de la nación- esta afección aqueja aproximadamente a 5 de cada 100 personas mayores de 12 años.
En la mayoría de los casos, la enfermedad es leve o hay pocos síntomas evidentes. No obstante, el hipotiroidismo puede hacer que una persona se sienta cansada y aumente de peso. También puede sentir frío y tener un ritmo cardíaco más lento.
Los principales síntomas que se presentan son: colesterol elevado, fatiga, caída de cabello, extrema resequedad en la piel, estreñimiento, pérdida de la memoria, depresión, entre otros.
Un problema tiroideo se puede diagnosticar en función de los síntomas y análisis de sangre. Estas pruebas miden los niveles de la hormona estimulante de la tiroides o TSH, por sus siglas en inglés, y pueden incluir pruebas de anticuerpos tiroideos. Con las pruebas de anticuerpos se puede revelar si el problema tiroideo es causado por una enfermedad autoinmune, en la cual, el sistema inmune ataca la tiroides.
Las múltiples causas de las alteraciones en las glándulas tiroideas responden a diversos factores como las malformaciones congénitas, y el antecedente familiar es muy importante; pero no siempre es el factor genético, también puede deberse a problemas de nacimiento o al síndrome de Down.
Las enfermedades metabólicas hereditarias son incurables, solo se controlan, por lo que requieren tratamiento para toda la vida.
Para tratar el hipotiroidismo se puede recurrir a una terapia de reemplazo de hormona tiroidea, o sea administrar una hormona tiroidea sintética para restaurar los niveles hormonales y aliviar los síntomas. Este medicamento deberá de ser consumido por la persona paciente el resto de su vida, se llama levotiroxina sódica.
Por ello, la especialista recomienda a todas las personas, a las familias, realizarse un chequeo básico cada cierto tiempo, en el caso de menores de edad llevarles el control de niña y niño sano. “La prevención puede ayudar en algunos casos y la atención oportuna ayuda a una mejor calidad de vida”, enfatizó.
La conexión entre el hipotiroidismo y la depresión
La relación entre la tiroides y los trastornos del ánimo y de la atención se han estudiado desde hace más de 60 años. De acuerdo con el artículo “Depresión en pacientes con alteraciones del tiroides” de investigadores de Croacia, publicado en español por The European Journal of Psychiatry en el repositorio Scielo, las personas con disfunción tiroidea presentan un riesgo potencial para los trastornos depresivos.
Según esta investigación, dos tercios de pacientes con disfunción tiroidea padecen de trastornos depresivos clínicamente significativos. Los trastornos depresivos se hallan más representados entre pacientes con hipotiroidismo que entre los hipertiroideos.
El hipotiroidismo y la depresión están estrechamente relacionados. Esto se debe a que las hormonas tiroideas influyen en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que están relacionados con el estado de ánimo y la regulación emocional.
En el caso del hipotiroidismo, la disminución de estas hormonas puede afectar su producción, lo que puede contribuir al desarrollo de la depresión y causar síntomas psicológicos como tristeza, apatía, poca energía, cambios en el estado de ánimo y falta de concentración.
“Los diferentes síntomas como resequedad en la piel y el cabello, el estreñimiento, los problemas de temperatura, el aumento de peso, la fatiga, la lentitud en pensamiento y habla, ocasiona que una persona pueda sentirse incómoda, contribuye a un estado de ánimo decaído. En el caso de las personas adultas puede haber pérdida de memoria, desorientación, esa sensación de no sentirse bien”, explica la doctora Pérez Trejo.
Por lo tanto, es importante para las y los profesionales de la salud considerar las disfunciones tiroideas como un factor importante en la salud mental de pacientes que pueden estar experimentando síntomas depresivos.
Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado del hipotiroidismo pueden ayudar a reducir los síntomas depresivos y mejorar el bienestar emocional y físico de un o una paciente.
Es así que se aconseja que cualquier persona que experimente depresión por primera vez, acuda a revisiones médicas para examinar su tiroides mediante análisis de laboratorio y así descartar problemas con esta glándula. En caso de tener alguna afección, es importante que cuente con un o una profesional médico que le ayude a entender la enfermedad y cómo sobrellevarla.
La doctora Evelyn Pérez Trejo es endocrinóloga pediatra, trabaja con un equipo multidisciplinario, con especialistas en endocrinología, nutrición, psicología y deporte para atender los problemas de salud que niñas y niños pueden desarrollar derivados de fallas en su sistema endócrino, tales como: problemas de crecimiento, pubertad, diabetes, tiroides, obesidad u otros trastornos relacionados con las hormonas y las glándulas.
Si se requiere de algún tipo de atención para niñas, niños y adolescentes se le puede contactar en Luis G. Urbina número 109-01, colonia José Vasconcelos, en Oaxaca de Juárez, o bien agendar una cita al (951) 170 0774.
La especialista considera que a nivel mundial la comunidad médica se ha ocupado por investigar más sobre las afecciones de la tiroides y en particular sobre hormonas, se han organizado en sociedades de investigación que estudian situaciones específicas, y comparten los resultados en congresos, artículos científicos, o bien a través de otros canales que consideren conveniente. “Cada vez conocemos más, pero nos seguimos quedando con más interrogantes porque siempre están surgiendo cosas que nos hacen replantear todo”, manifestó.
En México todos los días se avanza, la comunidad médica se ha especializado. “Sí hay especialistas en endocrinología, más bien el problema es que las personas no pueden pagar fácilmente la atención ni las pruebas para detectar problemas de tiroides, por ejemplo, un perfil tiroideo, estas pruebas aún no las hacen en los hospitales públicos, no son parte del cuadro básico, a pesar de que la población con padecimientos de glándula tiroides ha aumentado”.
Algunos intentos por atender este problema de salud en México
La problemática ha llamado la atención de legisladoras y legisladores, quienes han presentado iniciativas en el Congreso de Nuevo León para reformar Ley Estatal de Salud y en el Congreso de la Unión la Ley General de Salud, con el fin de reforzar acciones para detectar a tiempo el híper e hipotiroidismo, lamentablemente ninguna ha prosperado.
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Este trabajo periodístico es resultado del Diplomado Latinoamericano de Periodismo Multimedia realizado en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Agradecimientos la institución, al CEVIE y la Facultad de Química por las facilidades otorgadas.