*La serie Voces sonoras por los derechos de la niñez consta de 12 programas de 15 minutos y se comenzó a transmitir el sábado 30 de septiembre de manera quincenal por Violeta Radio 106.1 FM y por internet.

Guiadas por la productora Verónica Arlett Victoria Velasco, las niñas Xunelly,Dasha, Libertad, Sara, Karla, Sofía e Itzayana se convirtieron en las protagonistas de la serie radiofónica Voces sonoras por los derechos de la niñez que se transmite desde el sábado pasado por Violeta Radio.

Durante la presentación de la serie realizada este lunes en la Universidad José Vasconcelos de Oaxaca,  las niñas manifestaron su alegría y emoción por este logro, “no fue tán fácil”, dijeron.

“Nunca creí que fuera a ser locutora, ahora este es mi sueño”

Itzayana, la más pequeña de las participantes.

Libertad comentó: “siempre ha estado acompañado a mi mamá que es periodista y ahora estoy muy feliz de participar en este proyecto”.

La investigadora feminista y una de las impulsoras de Violeta Radio, Aimée Vega Montiel recordó que esta emisora, la primera estación feminista en el país con enfoque social, comunitario e indígena, se concretó en 2017 como un proyecto radial con contenidos producidos por y para mujeres.

Por ello, considero relevante la participación de las niñas oaxaqueñas en este proyecto radial, seleccionado en la primera convocatoria a nivel nacional que emitió CIMAC Radio en abril de este año.

La periodista y directora de CIMAC, Lucía Lagunes Huerta dijo que en México son escasos los  programas de radio producidos para las infancias, y más aún donde las niñas y adolescentes transmitan la información.

Lagunes explicó que la convocatoria contemplaban programas con contenidos con enfoque de entrevista, educativos, análisis, investigación, infantiles y desarrollo social. De los seleccionados sólo dos abordan contenidos para la niñez, incluyendo Voces sonoras.

Con estos, dijo, se reafirma la importancia de dar voz a las mujeres desde la infancia para hacer pedagogía de la libertad de expresión, un derecho que no implica únicamente poder decir lo que se piensa o siente, sino tener el medio para hacerlo.