Mujeres indígenas y afromexicanas se sumaron este fin de semana al cuestionamiento sobre la violencia y persecución política impulsada contra Elizabeth Sánchez González, Consejera Presidente inhabilitada del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca.

Las acusaciones realizadas contra Elizabeth Sánchez González, la primera mujer en encabezar el IEEPCO, han llegado hasta instancias administrativas y penales, lo que ha derivado en  la destitución de su cargo, una nueva inhabilitación por tres años y un arraigo domiciliario.

Por ello, desde el Foro de Mujeres Corazón de Lluvia, Construyendo Bienestar  en Santo Domingo Yanhuitlán, Oaxaca exhortaron al  al Congreso del Estado de Oaxaca a vigilar el actuar de los Órganos Internos de Control y solicitaron al Gobierno de Oaxaca y a las instancias de Seguridad Pública locales garantizar la seguridad de Elizabeth Sánchez González.

En un documento público exhortaron también al Instituto Nacional Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a resolver el caso con perspectiva de género.

Del mismo modo, llamaron a la opinión pública a seguir de cerca esta situación, especialmente en el marco del proceso electoral para proteger los derechos político electorales de la ciudadanía.

Las mujeres indígenas y afromexicanas manifestaron su preocupación por los procedimientos administrativos que señalan,  han buscado desprestigiar y obstaculizar a  Sánchez González  en el ejercicio del cargo.

En medio del actual proceso electoral 2024 , indicaron que el contralor provisional del IEEPCO, Salvador Alejandro Cruz Rodríguez está  rebasando sus atribuciones, ejerce violencia política y desestabiliza a dicho órgano de participación electoral.

“Estas acciones  demuestran que las instituciones aún operan bajo dinámicas patriarcales y elitistas al servicio de unas cuantas personas. Y que  la triple discriminación a la que nos enfrentamos las mujeres indígenas y afromexicanas sigue perpetuándose para limitar nuestros derechos”

Las mujeres indígenas y afromexicanas afirmaron que pese a los obstáculos para limitar sus derechos políticos, tanto para acceder a puestos de toma de decisiones como al pleno ejercicio de los cargos, seguirán  luchando por una democracia igualitaria y justa en la que se respeten plenamente los derechos de todas las mujeres.