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Por La Tehuanita
Ante la reciente violencia en Sinaloa compañeros periodistas le preguntaron al comandante de la Tercera Región Militar, Francisco Jesús Leana Ojeda, el pasado 16 de septiembre, Día de la Independencia nacional, cuándo va a regresar la tranquilidad a esa ciudad del norte de la república; es decir, qué va a hacer el Ejército para proteger a la población, cuál es la estrategia. “No depende de nosotros, depende de los grupos antagónicos, que dejen de hacer su confrontación y que estén dejando a la población en paz”, respondió el general de división. ¿¿¿??? ¡Que alguien me explique! ¡Así como lo leen paisanos! Al estilo del Primer Morenazo de la nación, ese jefe militar le pide a Dios que toque el corazón o le jale las orejas a esos compatriotas de desconocida infancia que un día tomaron un arma y salieron a las calles a defender la plaza de quien les da de comer para que puedan abastecer libremente a los desesperados consumidores que mantienen en auge el mercado de la cocaína, el cristal y el fentanilo en el país y el mundo. Aunque tampoco piensen que los hombres que juraron defender a la patria están de brazos cruzados. El comandante Leana informó que sus elementos están desplegados en territorio sinaloense y hacen recorridos, pero indicó que no puede dar detalles de sus movimientos porque entonces los malosos van a saber dónde andan. Aunque tristemente, aclaró, su presencia solo es para “evitar la confrontación” entre esos ‘grupos antagónicos’. ¿Qué creían, que su labor es detenerlos? ¡Nooo!, los soldados están para tareas más importantes, como, por ejemplo, estar pendientes de si un extraño enemigo profana con su planta nuestro suelo, pero los que bloquean y se enfrentan en Sinaloa también son mexicanos, por eso a ellos también los cuidan y les dan abrazos, no balazos. Mientras tanto el grupo parlamentario de Morena, secundado por los verdes esos que dicen defender la ecología y los petistas, aprobó el jueves 19 de septiembre la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); es decir, los antiguos integrantes de la Policía federal, esa que el presidente saliente desintegró por “corrupta”, ahora estarán al mando de personas como don Francisco Leana. ¡Y que Dios nos agarre confesados! Ya solo falta que Nino y compañía, digo, el senador Antonino Morales Toledo y sus compañeros en la Cámara alta, hagan lo propio y avalen lo aprobado por los diputados para que avance esa propuesta impulsada por el titular del Poder Ejecutivo, y sea concretada antes de que el político tabasqueño se vaya a “La Chingada”, el rancho familiar que escogió para su retiro y donde adelantó que se dedicará a la investigación histórica. Pero antes vendrá al estado para entregar en Guelatao de Juárez constancias de construcción de más de 200 caminos artesanales y supervisar la carretera Mitla-Tehuantepec, para así refrendar el cariño especial que siente por Oaxaca, nueve días antes de entregar el cargo a la primera comandante suprema que tendrá México en más de 200 años, la científica Claudia Sheinbaum Pardo. ¡Ay nanna!