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Claudia Sheinbaum Pardo rindió protesta este martes 1 de octubre como la primera presidenta del país, después de más de 200 años de la República.
Desde el Palacio Legislativo en la Ciudad de México, la científica mexicana dijo que este día se inicia la segunda etapa de la transformación de la vida pública de México.
“Por primera vez llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra nación, no llego sola, llegamos todas”, dijo después de recibir la banda presidencial de Ifigenia Martínez, frente a senadores, diputados, mandatarios, representantes de 105 países, y personajes destacados del empresarial, ámbito deportivo, cultural, y social, entre ellos el dueño de Televisa Emilio Azcárraga Jean.
“Llegan a la Presidencia las mujeres que nos pensaron libres”
Claudia Sheinbaum Pardo, después de tomar protesta como primera Presidenta del país.
En su primer discurso como presidenta de México, Sheinbaum destacó— en tres diferentes momentos— el proyecto de gobierno que inició con el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, al que dijo dará continuidad; un enfoque ambiental y de género durante su administración.
Adelantó que en unos días presentará un plan nacional de energía que incluye nuevas inversiones en transmisión, generación y un programa de transición energética hacia fuentes renovables de energía que contribuyan a disminuir los gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático.
En el mismo tema, dijo que la reforma energética proponía una producción de tres millones de barriles de petróleo diarios, pero eso “es ambientalmente imposible”, por lo que ahora propone la producción de 1.8 millones de barriles diarios, con lo que busca promover la eficiencia y las fuentes renovables.
También prometió establecer un acuerdo nacional por la seguridad hídrica, y reformas jurídicas para garantizar el agua como recurso de la nación; y sanear los ríos más contaminados del país.
Es tiempo de mujeres
La Presidenta manifestó que durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas y nos contaron una visión de la historia donde los protagonistas eran los hombres, pero hoy sabemos que las mujeres participaron en diferentes hazañas de la historia de México.
«También sabemos que las mujeres podemos ser presidentas”, dijo y pidió a todos nombrarla Presidenta con a al final, al igual que en otro oficios o profesiones, porque “solo lo que se nombra existe”, subrayó.
Reconoció a las heroínas de la patria, y a mujeres anónimas. “Con nuestra llegada a la Presidencia llegan las que pudieron alzar la voz, las indígenas, las trabajadoras del hogar que salen de sus pueblos para apoyarnos a las demás, las bisabuelas que no aprendieron a leer ni escribir porque la escuela no era para niñas…”
En la última parte de su discurso, Sheimbaum puso énfasis en el simbolismo de su llegada a la Presidencia: dijo que con ella llegan las hijas y nietas, las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si nacen mujeres u hombres, pues el sexo no determina el destino: “Llegan ellas, todas ellas que nos pensaron libres y felices”.