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Por Citlalli López Velázquez | Red de Mujeres Periodistas de Oaxaca
Raquel Díaz Gutiérrez es una mujer zapoteca y defensora de derechos que lleva en el alma la lucha por la protección de niñas, niños y adolescentes. Su compromiso no es casual: como sobreviviente de violencia sexual en su infancia, convirtió en su historia en una causa de vida.
Desde distintos espacios, ha cambiado el destino de muchas niñas y niños que, como ella, han enfrentado abuso. Hoy, como directora de Asuntos Indígenas en Tlacolula de Matamoros, su voz resuena con fuerza.
Habla con suavidad, pero sus palabras son firmes, claras y certeras. «De niña no sabía qué era el abuso sexual. Lo vivía como algo normal porque sucedía a cada momento y nadie me decía que estaba mal. Fue hasta tercero de primaria, cuando personal de derechos humanos visitó mi escuela, que entendí la diferencia entre el amor y el abuso.»
Ese día marcó un antes y un después. Decidió romper el silencio, pero el primer obstáculo lo encontró en su propio hogar. «Mi madre me dijo cállate y no cuentes nada. Pero ya lo había dicho en mi salón de clases. Me costó mucho porque no tuve el respaldo de mis padres. Hasta la fecha, a muchos de mi familia les molesta que hable del tema. Me pregunto: ¿cuántas Raqueles hay en el mundo? ¿A cuántas niñas se les silencia en lugar de ayudarlas?»
Raquel encontró en la acción su mejor herramienta de lucha. Una de sus iniciativas más poderosas es la campaña ¿Me escuchas?, implementada en escuelas de comunidades indígenas. Gracias a estos espacios de confianza, ha logrado que muchas niñas y niños rompan el silencio y denuncien los abusos que sufren.
Pero hablar es solo el primer paso. Su labor va más allá: acompaña a las víctimas en el proceso legal y busca justicia en cada caso.

Su compromiso la llevó incluso a solicitar personalmente a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, su intervención en casos de impunidad, como ocurrió en el caso de Camila, una niña zapoteca víctima de violación por parte de su tío y su abuelo.
Gracias a la insistencia de Raquel, el tío fue encarcelado, aunque el abuelo, por su edad avanzada, permanece en libertad.
Transformar el dolor en lucha puede implicar enfrentarse a muchas adversidades, desarrollar resiliencia, buscar apoyo, con todo y eso, Raquel está dispuesta a ser el sostén de alguna manera, en los procesos de las niñas que buscan romper el silencio.
De acuerdo con información de la Red Por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), en 2023 en todo el país fueron atendidos en los hospitales 9 mil 802 personas de entre 1 y 17 años por violencia sexual