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Foto: Christian Jiménez
Dafne tenía 21 años, y en enero de 2013 decidió terminar su relación con Alejandro Enrique Rivera López.Tres meses después, y tras diversas acciones de acoso e intimidación Enrique mató a Dafne.
El caso de Dafne Denisse Carreño Bengochea es el primer caso que se abrió a proceso judicial por el delito de feminicidio en el Estado Oaxaca, ello, después de que el 22 de octubre de 2012 entrará en vigor, el Tipo Penal del Feminicidio para el estado de Oaxaca, detalla Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, en un informe sobre el caso.
El 9 de abril de 2013, Enrique llegó a la casa de Dafne y tras una discusión, la hirió en repetidas ocasiones con un cuchillo. Las y los vecinos constataron el hecho, incluso, lo vieron con el cuchillo en la mano, mientras Dafne estaba herida en el suelo; alertaron a la policía, mientras que Enrique buscó huir, pero al sentirse acorralado, se autolesionó con el arma, produciéndose heridas, una de éstas en el cuello, pero ninguna de gravedad. Después, fue detenido.
En octubre de 2017, las instituciones del gobierno estatal, así como la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, presumieron la sentencia «ejemplar» al feminicida, una condena de 78 años 4 meses, por haberle arrebatado la vida a Dafne.
En un comunicado, la entonces titular de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña, Miriam Pilar Liborio Hernández reconoció el trabajo de alta coordinación interinstitucional entre la Fiscalía General del Estado y el Tribunal Superior de Justicia para hacer posible la dictaminación.
Sin embargo, omitió mencionar que la condena fue posible gracias a nueve años de lucha de la madre de Dafne, Zoila Bengochea, quien con el acompañamiento en el litigio de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, así como de organizaciones a favor de los derechos de las mujeres, activistas y madres de víctimas de feminicidio, visibilizó el caso.
“En el proceso también tuve que toparme con familiares de él, abogados. Yo como madre, recibiendo burlas de ellos, porque es una familia pudiente. Tener que vivir eso con el corazón desgarrado, porque Alejandro mató a mi hija y me mató a mí. Lastimó a toda mi familia”, señala Zoila.
Durante el proceso, el expediente de Dafne fue enviado a Saltillo, bajo el argumento de un proceso electrónico.
Zoila pudo trasladarse a Saltillo, donde habló con los jueces sobre la posibilidad de regresar el expediente; sin embargo, fue enviado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Más tarde, el expediente fue reenviado a Oaxaca.
Para Zoila, en el sistema de justicia de Oaxaca, las víctimas indirectas quedan desprotegidas y sin el acompañamiento para tratar su pérdida y llevar sus procesos legales.
“Nadie habla de nuestro peregrinar como madres, de nuestro dolor, de que no saben cómo la estamos pasando desde que nos mataron a nuestras hijas, no hay un lugar para nosotras ni en Oaxaca, ni en el resto de la República”, lamenta.
Al respecto, la periodista y defensora, también madre de una víctima de feminicidio, Soledad Jarquín Edgar, agrega que además de tocar puertas buscando justicia, las víctimas indirectas pierden sus empleos, en muchos casos se fractura su familia e incluso pierden su patrimonio, por los gastos excesivos que implica «hacer el trabajo de las instituciones».
Para acompañarse en los procesos legales que enfrentan, tras el feminicidio de sus hijas, Soledad, Zoila, así como otras madres de víctimas, conforman el Colectivo Madres Contra el Feminicidio y la Impunidad.
“Nosotras también tenemos derechos, merecemos respeto», reitera Zoila.
Pese a la condena, la defensa promovió un amparo y logró que un juez federal ordenara la reposición del proceso. En junio de 2022, una jueza condenó al responsable a 74 años, 3 meses y 7 días.