Una mirada del Sur de Latinoamérica sobre Oaxaca
Mauricio Toro-Goya eligió Oaxaca para realizar el proyecto El cabello de la Virgen (2015), un cortometraje realizado en Ocotlán que ahora expone en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo. En palabras de su curadora, un trabajo donde las dimensiones de la vida y la muerte proponen una rebelión poética entre el mestizaje cultural y la hibridez corporal.
El artista chileno con estudios formales en Arte, Diseño y Fotografía refleja su interés por los temas de la antropología política y social, quizá influenciado por el fotoperiodismo y por su relación con Sergio Larraín, el gran fotógrafo referencial chileno.
Mauricio habla del discurso político en el arte y en el cuerpo mismo. El cuerpo como el contenedor de nuestras manifestaciones políticas; desde la perspectiva del fotógrafo la representación del cuerpo es la construcción de un mensaje político y es desde ahí donde toma posición como autor ante el mundo.
Desde esa mirada del Sur de Latinoamérica, el artista charla sobre cómo observa Oaxaca y nos permite abrir un espacio de reflexión.
¿Por qué elegiste Oaxaca para trabajar este proyecto? se le pregunta al artista el día que se inaugura la muestra que incluye su obra.
“Elegí Oaxaca porque es difícil, es difícil con el que viene de afuera”
El fotógrafo tiene la premisa de que cuando hay algo difícil, algo bueno tiene que mostrar”. Y es desde esa dificultad donde siempre trabaja, según explica es ahí donde está la honestidad y lo deshonesto, la dualidad, de la que trata su obra.
“Para hacer cierto tipo de obras tengo que estar en lugares especiales. En este caso Oaxaca es un lugar – no que me inspire- sino que me provoca y como me provoca quiero provocar también a Oaxaca”, confiesa el artista chileno.
El conflicto cultural y el político siempre latente en el estado es una provocación para el fotógrafo chileno, a quien recién le ha sorprendido la participación de los jóvenes en una elección universitaria, “más allá del fin”, aclara. Duda haber visto esa participación en Chile.
“La manifestación social y cultural de Oaxaca me sorprende, siempre todo está en un equilibrio delicado, me seduce mucho porque mi obra está en ese equilibrio delicado. No sé cuándo estoy ofendiendo a alguien o cuando lo estoy representando”.
Mauricio fue entrevistado cuando recién se había inaugurado la muestra que incluye su obra, no estuvo presente en el acto (al menos no visiblemente) pero comparte una charla de manera relajada, recargado en una pared del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo.
El artista parece huir constantemente del ego, dice que camina por el margen para que saber lo que es el centro, al que después define como un lugar en donde se ubican dos cosas que son “tremendamente atroces”, el fracaso y el éxito, producto de los modelos neoliberales, controladores, fascistas.
“Trato de no circular y no estar ahí, me interesa el margen como espacio de reflexión y Oaxaca vive en el margen tratando de estar en el centro”.
“Trato de mantenerme en un punto, de mirar afuera pero también de estar adentro. Soy como un mueble, parte de tu cotidiano, soy importante solo cuando me necesitan” reitera el artista chileno.
La muestra El cuerpo como campo de subversión, donde Toro Goya expone El cabello de la Virgen (2015) y otras piezas fotográficas, estará abierta al público hasta el 13 de enero de 2017. Agrupa una serie de imágenes de seis artistas chilenos que plantean una reflexión en torno a la representación del cuerpo como sistema de poder.