Rocío Flores/Foto: Carlos Bautista
OAXACA, Oax. Bienvenidos a bordo dispónganse a escuchar (leer), del espectáculo Mientras nos dure el veinte. Así inició anoche el relato de una serie de crónicas de los 70 incluidas en el texto Tiempo Transcurrido de Juan Villoro, que por dos horas dio muestra de la relación entre la literatura y la música.
Se abre el telón, suena Hawai 5.0 en el escenario del teatro Macedonio Alcalá y el público se dispone a escuchar el talento de los músicos Diego Herrera, Alfonso André, Federico Fong y Javier Calderón y la prosa del escritor Juan Villoro.
El escritor y periodista relató historias que comienzan en el 68, año clave para una generación estudiantil en México, también clave en la vida de Villoro y culminan en el 85 con el terremoto de la Ciudad de México.
Madona de Guadalupe, El punk del pedregal, La merienda del Papa y Glitter en la colonia Lindavista fueron los primeros textos leídos, historias que captaban la influencia del rock en personajes muy mexicanos.
Villoro habló de la sensualidad, el catolicismo, el deterioro, la militancia comunista y hasta de la alteridad sexual mientras los músicos daban el ritmo a la pieza multidisciplinaria.
Dos horas de literatura y rock documentadas en la voz del mismo escritor, una obra sonora en vivo, ante un público y prensa expectante por el aviso previo de los músicos:
“Nada está definido, no sabemos cómo va a suceder, hay un marco en el que se mueve el show, sabemos dónde inicia pero no como acaba…” dijo Diego Herrera, el productor y músico, integrante de la exitosa banda mexicana Caifanes.
“Es un espectáculo que tiene precedentes de Laurie Anderson, Lou Reed y William S. Burroughs, que procuran pensar en un relato como una canción o en música para ser contada”, agregó el escritor durante la tarde, en un encuentro con integrantes de la prensa.
Y así más o menos sucedió este espectáculo ofrecido por la Feria Internacional del Libro en Oaxaca, las letras de Villoro se acompañaron de las melodías compuestas por Herrera o viceversa; ofrecieron momentos de humor crítico, a veces algo solemne y otros más divertido.
Después de escuchar la historia de Magaly, una chica que mezcla la sensualidad con el catolicismo; la de un joven millonario descubre que no hay nada más chic que el deterioro; y la historia de un cocinero comunista con la oportunidad de envenenar al papa Juan Pablo II.
A medio show Villoro ofreció un breve homenaje al fallecido caricaturista de México Rogelio Naranjo, en ese mismo escenario donde fue reconocido en el 2015.
El tiempo transcurrió entre los ritmos del punk, pop, metal y el rock y textos como la Oda al aire del chileno Pablo Neruda, de Croshwaite Misa Fronteriza, dedicada a los migrantes, a quienes les invitó a cruzar la frontera.
“Cuando ustedes vean una y sientan el poderoso llamado no se aten a los mástiles, no cierren los ojos, ¡arrójense! ¡crucen! ¡crucen! que no quede una frontera en el mundo sin cruzar , que no quede una sola que al fin que para eso están hechas”, dijo el escritor con previa dedicatoria “al hijo de puta de Donald Trump”, hasta ahora el gran personaje de la FILO, mentado y criticado, por sus posturas antimigrantes y racistas, por un fotógrafo, un escritor, un músico y ahora por el periodista Juan Villoro.