Nadie puede amar lo que no conoce, ésta es la premisa con la que Gabriela Badillo, una diseñadora de ascendencia maya, inició hace más de cuatro años 68 Voces, 68 Corazones, un proyecto para retratar historias, recuperar voces en lenguas originarias y promover el respeto hacia las culturas indígenas.
El proyecto fue motivado por tres acontecimientos, uno de ellos la muerte de su abuelo en Maxcanú, Yucatán, muy cerca de Mérida.
“Con su muerte tomé conciencia de lo que se perdió. De nueve hijos que tuvo mi abuelo, ninguno aprendió a hablar maya, así que no sólo se fue el abuelo, se fue su lengua y se llevó sus tradiciones, su gastronomía y sus costumbres”, cuenta en entrevista la diseñadora y animadora egresada de la Universidad Iberoamericana.
Durante su estancia en Yucatán, Gabriela visitó una población llamada Popola. Cuenta que ahí observó que a los niños y niñas no les gustaba a hablar en maya, les daba pena y eran sus madres las que les decían que no lo hablaran. “Observé que eso ocurre en muchos lados, quizá por miedo a que ellos pasen lo que ellas sufrieron”.
Dos años después, en 2012, Gabriela encontró el poema Cuando muere una lengua, de Miguel León Portilla. Fue ahí cuando todo comenzó a tomar sentido.
Gabriela decidió en esta fecha iniciar con 68 Voces, 68 Corazones, una serie de cortometrajes animados que cuentan historias de la tradición oral, narrados en lenguas indígenas como una manera de retribuir a su abuelo y a la sociedad por todo lo que hacen y enseñan estas culturas.
Gabriela no habla ninguna lengua originaria, sin embargo por la experiencia con su abuelo y su madre reconoce que esa condición de ser hablante y parte de una comunidad indígena te coloca en otra posición.
“Nadie puede amar lo que no conoce”, repite nostálgica la joven creadora, exbecaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, y con esa idea continúa en la recopilación de 68 Voces, para dar a conocer a la población la diversidad de lenguas y la riqueza cultural del país y con ello contribuir a disminuir la discriminación, pero sobre todo a fomentar el orgullo, el respeto y el uso de las lenguas indígenas mexicanas entre hablantes y no hablantes.
Los cortometrajes serán presentados hoy 21 de febrero en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB), a las 18:30 horas, para celebrar el Día Internacional de la Lengua Materna, proclamado en el año 2000 por la Unesco para promover la diversidad lingüística y cultural.