Por Saraí Fernández
El Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), celebró 25 años de labor ininterrumpida. Música, psicodelia, performance y arte llenaron el espacio fundado un 28 de febrero de 1992 por el artista plástico, Francisco Toledo.
El MACO fue reconocido por su “compromiso histórico”, a través de proyectos que impactan en la comunidad y a nivel nacional.
Un cuarto de siglo después de su apertura, el Museo también tiene como parte de su historia las batallas que ha tenido que sortear en los últimos años ante escasos presupuestos, el desinterés de algunos gobiernos y la amenaza de un recorte presupuestal desde el ámbito federal.
Sin embargo en su noche, esas crisis y algunos desencuentros quedaron en Stan By; en contraparte llegaron los elogios a su labor.
“Agradezco al Museo el impulso de proyectos valiosos que impactan a nivel nacional gracias a la colaboración de sociedad civil y gobiernos estatal y federal”, dijo Ana María Vásquez Colmenares, titular de la Secretaría de Cultura y Artes en Oaxaca.
“El compromiso que ha tenido siempre ha tenido el MACO es crear ventanas a su propia comunidad y mostrar otras maneras de ver el arte”, destacó el pintor istmeño José Villalobos.
A la reunión celebrada el pasado martes asistió uno de los fundadores, el destacado artista oaxaqueño Rubén Leyva, exponente de la pintura oaxaqueña a nivel internacional y también integrante de Amigos del MACO, asociación constituida en 1992 para el cuidado y administración de este espacio ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca.
La celebración realizada con la colaboración de artistas: músicos, pintores, empresarios locales y ciudadanía se convirtió en una fiesta.
20 minutos antes de las siete de la noche, fluyó el mezcal, las letras y la música de la Byt Band (Blandas y Tlayudas), agrupación con “comentario social” que llenó el escenario con rolas como el Ajito, Así somos acá, Como una patada en el fundillo, La tarde es ciega, y Rey mala copa por mencionar algunas.
Una hora después la bailarina de danza contemporánea Rosario Ordoñez, originaria de Tehuantepec, ofreció un performance de su autoría.
De manera improvisada, Carmina, una joven oaxaqueña subió al escenario y al ritmo de rap, leyó un texto original del pintor Luis Zárate.
Tocó turnó a Steve Brown, músico estadunidense que interpretó un solo de saxofón de dos minutos, mientras subían al escenario el bajista Fuzer Martínez, Georg, el guitarrista, Nick Thomas, baterista, y por último el vocalista George Moore, todos ellos integrantes de La Locomotora Jonhson.
Durante la fiesta el vocalista y también pintor George Moore compartió en entrevista para Oaxaca Media, una anécdota que a manera de ejemplo ilustra el propósito del MACO de preservar, difundir y promover el arte contemporáneo, oaxaqueño, nacional e internacional.
“En el año 2002 di mi primer concierto en este bello museo, tenía otra banda y acababa de dar una exposición de huracanes. Mi idea era presentar un concierto con canciones de blues que hablaran sobre la naturaleza: la tierra, el sol, la lluvia, etcétera. La directora de ese entonces aceptó. Después, cuando el museo festejó 20 años, apenas acabábamos de formar la Locomotora Johnson y le propuse al nuevo director en un concierto similar y aceptó, tocamos en el patio con luces púrpuras. Para mí esto ya es como una tradición muy bella”.
Los festejos continúan. El próximo 17 de marzo el MACO inaugurará la exposición Lo que no fue no será, resultado de una revisión a cargo de la primera generación de estudiantes de historia de Arte de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.