Redacción
OAXACA, Oax. Unicef comenzó esta semana su programa de instalación de centros amigables para la infancia, como parte de una serie de acciones para apoyar el pronto retorno a la normalidad de los niños y niñas afectados por el sismo en Oaxaca y Chiapas.
Estas acciones señaló el organismo en un comunicado, son en respuesta a las conclusiones de la visita de evaluación que los equipos técnicos de este organismo internacional realizaron a las zonas más afectadas por el terremoto del 7 de septiembre.
“Estos primeros espacios amigables para la infancia en Juchitán e Ixtaltepec marcan el inicio de la respuesta de Unifec a favor de las niñas y niños que resultaron afectados por el sismo, quienes tienen una urgente necesidad de contar con un lugar que les ofrezca seguridad física y emocional, y facilite su retorno a la normalidad tras este traumático evento,” señaló Christian Skoog, representante de Unicef en México.
La visita de evaluación, realizada inmediatamente después del sismo por equipos técnicos de Unicef a Pijijiapan, Tonalá, San Cristóbal y Juchitán, entre otros municipios dañados, permitió identificar la urgente necesidad de tomar medidas para salvaguardar el bienestar tanto físico como emocional de la infancia afectada.
El organismo desarrolló, por lo tanto, un plan de respuesta de apoyo psico-emocional, la creación de espacios amigables para la infancia en albergues o campamentos, y mecanismos de retorno a la normalidad a través del regreso a clases (por medio de aulas móviles de ser necesario).
También está trabajando en el mejoramiento de las condiciones de higiene para evitar la propagación de enfermedades gastrointestinales.
“Para la atención inmediata, está ayudando a familias afectadas con insumos básicos como gel antibacterial, pañales, toallitas húmedas, papel higiénico y toallas sanitarias, con el fin de prevenir enfermedades gastrointestinales que suelen presentarse en este tipo de emergencias.
“Sin embargo es importante recordar que el proceso de recuperación de niños, niñas y adolescentes en situaciones como ésta comprende también un importante aspecto emocional, para lo cual se apoyará con especialistas en la materia”, señaló Skoog.
La activación del plan de respuesta para los niños más afectados por el sismo requiere de US$1.2 millones, que la organización necesita recaudar con el apoyo de donantes individuales, empresas e instituciones filantrópicas.