Rocío Flores
¿Con qué canción abrió? 一Pregunta una joven recién llegada al concierto de Martes de Brujas. Solo por protocolo, porque no espera respuesta, inmediatamente fija su mirada en el cubano que canta al fondo del escenario.
Francisco Céspedes avanza melódico, se desliza entre las palabras como agua de cristal. Canta al amor, al tiempo inexistente, al cuerpo, a la vida.
El staff de iluminación lo persigue nerviosamente. A pesar de sus 63 años recién cumplidos se mueve seguro entre los sonidos. Va y viene entre la balada, el bolero y el jazz. Su música suena a poesía y una rebelde pasión por la vida en esa cuarta emisión de los Martes de Brujas.
Tu amor es como un río que baña el cuerpo/ es como un remolino que va creciendo/ tu amor es el perfume que trajo el viento/ si te vas a marchar, llévate antes mi cuerpo/ canta Céspedes entre miles de asistentes, mientras la joven ha soltado un poco el cuerpo y ya baila, canta y platica con otra mujer, quién no deja de ver el concierto a través de su teléfono móvil.
En la Plaza Central de Xoxocotlán se percibe una extraña calidez en el publico que no quita la mirada de la silueta delgada del cubano, a quién le dio la gana ser mexicano y lo demostró anoche con cada palabra ‘pinche’ que repetía más que cualquier otro pinche oaxaqueño o mexicano de los asistentes.
Soy Pancho Céspedes, dice el compositor, con la seguridad de 30 años viviendo en este país. Pancho camina ligero, también con 30 kilos menos a diferencia de hace un par de años. Sus comentarios dan el toque cultural y político al concierto.
Pregunta a su banda sobre sus últimas lecturas, dice que a quien leyó recién fue a Galeano, otro de sus músicos responde que él, lo más que ha leído recientemente es un diario cubano.
Y así va Pancho, entre mezcales, música y uno que otro comentario crítico sobre la educación, las escuelas, la ausencia del tiempo y las ‘pinches’ medicinas 一que seguramente le ha tocado tomar ahora que ha estado enfermo一 pero inmediatamente aclara que no vino a Oaxaca a dar discursos políticos o filosóficos, que el vino a trabajar.
“Bienvenidos los nuevos tiempos”, dice el compositor, aparentemente recuperado del pre infarto que sufrió a finales del 2018, suelta la voz a los aires e interpreta algunas de sus piezas como Donde está la vida, Remolino y casi al cierre del concierto la Vida Loca, una de sus canciones más famosas.