Por lo general lo que se conoce sobre las culturas de Oaxaca son interpretaciones que han pasado por la mirada de un investigador ajeno a la comunidad, considera Facundo Vargas (Kunt), arqueólogo y músico, originario de Santa María Tlahuitoltepec.
Kunt expone que esas personas que vienen de fuera son quienes van definiendo cuales son los lugares funcionales y realizando interpretaciones de las culturas, de cómo fuimos o cómo somos, “lo cual es válido”, aclara. Sin embargo, opina que también hay que dar oportunidad de proponer otras miradas.
Lo que sucede 一explica一 es que la mayoría de los investigadores van cambiando, porque sus interpretaciones generalmente tienen que ver más con lo material, no investigan la tradición oral, ni a la gente, ni los paisajes sonoros.
Por esta razón, el músico y arqueólogo diseñó un sitio arqueológico llamado Kumantuk, que data de hace 10 000 a. C a 5 000 años a. C. con la idea de replantear una zona antigua desde la mirada de un mixe, reflexionar y poder buscar nuestros criterios, revalorar lo que somos, de dónde venimos y porqué estamos acá.
“El invento de este sitio arqueológico puede tener tanta validez como cualquier otra interpretación del pasado y el presente”, dice el músico, y detalla que ese espacio pertenece a la cultura protomixe zoque.
Kumantuk (seres con la capacidad de quitarse e intercambiarse las cabezas entre sí) es una instalación sonora que expone en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO). En ésta, fusiona los conocimientos de la arqueología con su ser mixe y músico.
La instalación es básicamente una crítica a la arqueología, que con los años va modificando las interpretaciones de acuerdo a realidades propias. Kumantuk son sonidos del campo mezclados con registros de la realidad cotidiana que se vive en la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec.
“No es esa idea romántica de la música prehispánica, son los sonidos actuales de la cultura mixe, lluvias, aire, sonidos de la vida cotidiana, efectos de trombón, música de los funerales, incluso los de Semana Santa, lo que hoy en día es Tlahuitoltepec”, enfatiza Kunt, también integrante de Ensamble Kafka y la agrupación Los Pream.
La instalación es también una propuesta para mirar cómo sería un sitio arqueológico y una cultura sin un investigador de por medio. “Porque en la escuela nos enseñan a mirar el presente y el pasado desde una visión eurocéntrica, desde la mirada de los europeos. De los mixes solo nos enseñan media cuartilla y una ilustración. Nos van delineando a partir de cómo quieren que entendamos la vida”, suelta Facundo.
“Todo el tiempo citamos de afuera, aunque la gente es aquí cita a los griegos, a cualquiera de afuera, pero nadie dice ‘como diría mi abuelo o ‘el sabio del pueblo’, etc. Todo es desde afuera”
Kunt admite que es más músico que arqueólogo, pero reconoce que esa profesión le ayudó a entender su origen, a reflexionar y a establecer nuevos criterios para mirar lo que somos. «Esta propuesta es eso, mostrar quienes somos de adentro hacia afuera».
Facundo plantea que se puede vivir lo contemporánea pero siempre es necesario mirar atrás; valorar el pasado para resignificar el presente.
Comenta que estudiar Arqueología le hizo ver las cosas de otro modo, entender su idioma y el conocimiento que existía en nuestras comunidades. Facundo asegura que el conocimiento del mundo también está entre la gente que vive en nuestros pueblos de Oaxaca, porque ellos entienden los ciclos de la vida. Trabajan con la tierra y es ahí donde se entiende, a diferencia de las ciudades solemos ser más distantes.
«Aquí entiendes el proceso de una planta, en qué temporadas salen animales y eso genera mucha conciencia, por eso aquí le hablamos a los árboles, a la lluvia y por eso los rituales, aunque aparentemente no pasa nada, funciona porque todo es energía. La gente que estudia cree que sabe más de la vida, pero no siempre es así, hay otras realidades», apunta.
Antes, el entrevistado confiesa que su objetivo era ser un skate. Su idea era venir a la ciudad, pero le dijeron que tenía que estudiar y decidió casi de manera intuitiva estudiar arqueología en Veracruz . “También es increíble lo que puede decir una cerámica, una piedra … ¡es un viaje, es como la música!» dice y evidencia en su rostro su pasión por este arte.
Kumantuk forma parte del segundo ciclo de intervenciones sonoras Xëmaapyë (Los contadores del día) y se expone en el MACO durante el mes de abril.