Solo hay un detenido como copartícipe del crimen
OAXACA, Oax. Hay un enorme silencio en la justicia en Oaxaca. Dos años después del asesinato de María del Sol en Juchitán de Zaragoza, ese principio que debe orientar el trabajo de juzgar el actuar, respetando la verdad, dando a cada quien lo que corresponde, es para la madre de la fotoperiodista, solo una simulación.
Un funcionario de primer nivel del gobierno estatal, el exsecretario de Asuntos Indígenas Francisco Javier Montero López, está implicado en el asesinato por obligar a su subordinada a trabajar en la campaña electoral de su hermano y sigue sin ser llamado a cuentas.
El hermano del exfuncionario, un candidato a presidir el gobierno municipal, Hageo Montero López, ahora es regidor de Energía en Juchitán de Zaragoza. Tampoco ha sido llamado a cuentas.
“La Fiscalía del estado, a cargo de Rubén Vasconcelos Méndez, sigue armando el expediente. Ha dicho que hay varias líneas de investigación, pero no clarifica el feminicidio”, dice la periodista Soledad Jarquín sobre el crimen de su hija asesinada de nueve balazos en el pecho en medio de una campaña electoral en la región del Istmo de Tehuantepec.
Para ella y su familia hay un enorme silencio: “Nos hace falta. No tenemos su música, esa que nos proporcionaba con su presencia. Falta la alegría. Se siente su ausencia como un dolor profundo”.
Ha pasado el tiempo. La madre de María del Sol da cuenta de los días con precisión:» Son 731 días sin que la justicia sea una realidad».
Informa que solo hay un detenido como presunto copartícipe. Aunque fue arrestado en junio de 2019 el juez aún no puede continuar su proceso penal por inconsistencias técnicas de la Fiscalía.
Antes hubo un detenido que fue liberado en menos de siete días. De acuerdo con la periodista está vinculado a los Montero López. También se sabe que hubo dos tiradores, pero ninguno ha sido arrestado. En el fondo, dice, todo está detenido.
En la Fiscalía de Delitos Electorales presidida por Araceli Pinelo López, el asesinato de María del Sol, Pamela Terán Pineda y Adelfo Guerra Jiménez se judicializó o se retomó por la vía judicial en diciembre de 2019, un año y medio después.
Dos años después del feminicidio, organismos de la sociedad civil, organizaciones feministas como GESMujer y Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad por mencionar algunas, fijan postura, coinciden en un balance negativo. Declaran que en la procuración e impartición de justicia en diversas áreas, pero principalmente en materia de violencia por razón de género, hay omisiones, negligencia y la falta de voluntad política para atenderla, lo que ha provocado que la violencia feminicida exista, se mantenga y se agrave en el estado de Oaxaca.
Nada ha cambiado, reitera con certeza. La periodista especialista en temas de Género señala que hay simulación, complicidad e impunidad. Afirma que Oaxaca es un estado feminicida donde nadie llama a cuenta a los perpetradores. “Deben tener una sanción penal independientemente de la electoral. Falta la justicia para María del Sol y todas las mujeres asesinadas. “Aquí estaremos hasta que la justicia llegue”, sentencia.