Compartir
Rodada por la defensa de los árboles. Foto: Carmen Pacheco
Mientras en el mundo entero hay un llamado a la acción para proteger y mejorar la vida de las personas, así como las condiciones del planeta ante el cambio climático y la crisis de salud por Covid-19, en Oaxaca un proyecto de modernización planea, según ambientalistas, el derribo de unos 1500 árboles para ampliar un tramo carretero y la inversión de casi 200 millones de pesos.
La obra de modernización ha comenzado a sumar opositores, con diversos argumentos, entre ellos los colectivos de ciclistas que este domingo desde temprana hora se movilizaron para manifestar su inconformidad ante la tala de los ejemplares que el gobierno estatal pretende derribar.
A la par, habitantes de las colonia Alemán y aledañas a esta avenida de la capital realizaron un tequio para exponer a la sociedad y a las autoridades su preocupación por la naturaleza. Y su postura respecto a este proyecto que, coinciden, lejos de contribuir a la situación actual en el mundo por el cambio climático, repercutirá en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.
Antes de iniciar el recorrido, David Morales, del colectivo EnBiciAndo Oaxaca, explicó que esta iniciativa surge a partir de una colecta de firmas que se inició en la colonia Candiani en rechazo a esta obra.
“Optamos por hacer esta protesta pacífica a través de la bicicleta que también es un medio de transporte muy importante, el cual debería impulsarse más en Oaxaca y dejar de estar pensando en obras que no benefician al entramado social, a la relación entre la ciudadanía”
La rodada giró con las consignas : “Más oxígeno, menos carriles”, “Primero los árboles” “Más árboles menos autos”. Cada participante portó en su bici una demanda, una denuncia o una reflexión, como esta: “Hasta que no te hayas comprado un tanque de oxígeno , no sabrás lo que cuesta el aire, ¡cuidate!”
Más adelante, a la sombra de un gran ejemplar ubicado en la Avenida Símbolos Patrios y Universidad David muestra como ejemplo como ese árbol ofrece la posibilidad de sentir confort, de refrescar el ambiente. A unos cuántos pasos donde sólo se ve asfalto, la temperatura cambia totalmente, solo hay calor.
“Ese es uno de los problemas, se está apostando más al asfalto que a los espacios verdes. Es necesario que se restructure la obra. Lo que queremos es que estos árboles se salven”, declaró.
“Hicimos esta rodada por la defensa de los árboles, es una actividad que se puede hacer y disfrutar a pesar de la circunstancia de pandemia porque permite la sana distancia. Pero de fondo está el interés en la defensa de los árboles, el convivir con la naturaleza, queremos que se mantenga en nuestros espacios”, cuenta David.
También expuso la inconformidad ante ese proyecto que contempla la ampliación a ocho carriles, «dejando prácticamente fuera al peatón». Lo que sucede, dice, es que la dependencia encargada de la obra no está contemplando que esto es un espacio urbano que aún permite la socialización y la integración de distintos actores sociales, de diversas condiciones económicas.
“Aquí hay casas, hay circulación peatonal, en síntesis, un entramado social importante que no están considerando con la obra. Las avenidas grandes lo que hacen es justo eso, separar el Norte del Sur. Limitar la socialización en esta zona de la capital. No sólo son los árboles, hay diversos factores que parecen no considerar”.
Los integrantes del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO) y la Agrupación Colegiada de Profesionistas del Desarrollo Urbano de Oaxaca han destacado que hasta la fecha no existe o no se conoce la Manifestación de Impacto Ambiental(MIA) que, de acuerdo con la normatividad vigente debe realizarse al iniciar la obra, donde se explique las medidas de mitigación que se aplicarán en el sitio y en el entorno.
Los especialistas en Desarrollo Urbano también suscribieron un pronunciamiento este fin de semana, dirigido a la opinión pública y a la Secretaría de las Infraestructuras y el Ordenamiento territorial Sustentable, la encargada de la ampliación y modernización, donde manifiestan su desacuerdo a que esta obra continúe su ejecución, al menos hasta conocer en detalle el proyecto completo.
En el documento señalan la falta de respeto a la pirámide de movilidad, la cual pone al peatón por encima de todos los medios de transporte, incluidos los automotores.
También argumentan que la obra no respeta la Nueva Agenda Urbana que promueve ciudades más incluyentes, compactas y conectadas, mediante la planificación y diseño urbano, gobernanza y legislación . Tampoco se ha cumplido con socializar la obra ni con el gremio de urbanistas ni con la sociedad, entre otras deficiencias.
En tanto, el subsecretario de Obras Públicas de la Secretaría de las Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial Sustentable, Manuel Meza Corres rechazó que se termine con la vida de mil 500 árboles.
En declaraciones a la prensa local indicó que solo 523 ejemplares serán retirados de la zona, 43 serán reintegrados a la obra vehicular y 67, trasplantados. Datos que no coinciden con el diagnóstico de arbolado urbano del proyecto, en los cuáles se informa del derribo de 684 ejemplares y el trasplante de 702, aunque no se especifica el lugar.
@Gunaa_huini