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Chantaje en la cancillería

La nación mexicana había permanecido felizmente inadvertida de la existencia de Bruno Hernández Piché, quien trabaja como cónsul adscrito (suponemos) en el servicio diplomático mexicano en Estados Unidos, según la ficha que publica la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Descontento ha de haber estado el diplomático Piché con su ignorada existencia en el país vecino de México, o al menos eso indica su reciente exposición al público, debida al escándalo por el cese del novelista Jorge F. Hernández como agregado cultural de la embajada mexicana en España.

El director ejecutivo de Diplomacia Cultural de la SRE, Enrique Márquez Jaramillo, afirma que tuvo que informar al director general del Servicio Exterior y Recursos Humanos de la SRE sobre la conducta del diplomático Piché debido al incidente por el que perdió su puesto el novelista Jorge F. Hernández, quien alegó censura como causa de su despido.

Ahora, tras el informe que rindió a la SRE Márquez Jaramillo, éste asegura que Hernández fue removido de su puesto de agregado cultural por haber hecho comentarios nada amables sobre la embajadora de México en España, durante una comida con presuntos amigos del ahora despedido.

En esa comida, los comentarios del novelista Hernández fueron presuntamente grabados. El cónsul adscrito Piché (quien, suponemos, se aburre en Estados Unidos) para dar contento a su existencia comenzó a chantajear a su homólogo en España, mediante mensajes de WhatsApp, amenazándolo con difundir la grabación. Así lo narra Márquez Jaramillo en su informe:

“Después de leer el documento, pregunté al Sr. Hernández por la autoría del mismo respondiéndome que era de un antiguo amigo suyo, el Sr. Bruno Hernández Piché o Bruno H. Piché, que había sido uno de los convocados a la comida del día 29 de junio y que a partir de entonces habría de amenazarlo sistemáticamente con dar a conocer la forma ofensiva como se había referido a la Embajadora Oñate”.

Márquez asegura que se vio obligado a informar los pormenores del caso y a presentar pruebas que involucran al diplomático Hernández Piché, de quien ahora sabemos que es narrador y un privilegiado del antiguo régimen, como él mismo informa en su blog Comala City: “Bruno Piché es ensayista y narrador. Ha sido editor, periodista, diplomático y promotor cultural. Realizó estudios en la Concordia University de Montreal, El Colegio de México, King’s College de Londres, Instituto de Investigaciones Sociales UNAM. Es autor de los libros Robinson ante el abismo, Noviembre, El taller de no ficción, Los hechos y La mala costumbre de la esperanza. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte de México desde 2012”.

Márquez, quien no es novelista pero sí poeta, da cuenta en su informe a la SRE de que “Continuando con las amenazas al Agregado Cultural [Jorge F. Hernández], el Sr. Bruno H. Piché, publica en la página Frontera Digital una reseña sobre el último libro del Sr. Hernández en la que se refiere a él como: ‘un pésimo escritor, rampante vividor del erario público que ocupa desde el 2019 un cargo en la Embajada de México en Madrid en la cual no hace otra cosa que aplastarse, hacer imitaciones y contar chistes’”.

Nada tolerante al quehacer novelesco de Jorge F. Hernández, en su texto titulado “Bosque Flotante” (como la nueva novela de Hernández) Bruno Piché también fulmina: “el agregado cultural, en lugar de trabajar, de rendir cuentas, insiste en escribir esas cursis, destempladas, pobretonas novelas”.

Pero Márquez reitera que no fue por pobre rendimiento narratorio que el agregado cultural Hernández causó baja en el servicio diplomático, sino por negarse a denunciar el chantaje. Lo recalcó Márquez en el informe que rindió a la SRE: “A pesar de las reiteradas recomendaciones que le hicimos el suscrito y la Embajadora Oñate al Sr. Hernández, éste nunca estuvo dispuesto a denunciar los hechos y las amenazas que desde el día de la cena en la Ciudad de México (martes 29 de junio, 2021) estuvo recibiendo de parte del Sr. identificado por nosotros como Bruno H. Piché”.

Hernández h respondido al informe de Márquez, negando que éste diga la verdad, y aún más: asegura que denunció a la SRE los mensajes del chantajista porque contenían insultos y fotos contra el canciller Marcelo Ebrard. Lo que parecía un simple asunto de envidias e intrigas de legados diplomáticos, se complica. ¿Qué fotos insultantes contra el canciller recibió Jorge F. Hernández?

Este escándalo suscitado por el novelista Jorge F. Hernández sume en la vergüenza al servicio consular mexicano, para adquirir tono de telenovela: “Los diplomáticos también lloran”. En este caso, no sólo los cesantes Hernández y Márquez, sino el profundamente descontento Piché, quien al parecer añoraba alguna legación europea. En ese anhelo, no dudó en chantajear a un colega y ex amigo suyo.

Falta saber qué medidas tomará la cancillería mexicana contra el chantajista. Si bien lo conducente sería el cese de su comisión, quizá el canciller Marcelo Ebrard pueda hacerlo feliz enviándolo a otro destino consular donde envidie menos al novelista cuyo apellido, acaso a disgusto, comparte. Salvo España, el diplomático envidioso tiene el mundo ante sí.