Elisa Ruiz
La orientación sexual de un artista, al igual que la de cualquier otra persona, es un asunto personal, privado, individual, subraya enfático Nathanael Lorenzo Hernández, músico, compositor, director y gestor cultural oaxaqueño.
Y sostiene que su talento artístico, ése sí, le pertenece a la comunidad y no interfiere con su preferencia sexual, la cual ha sido absolutamente respetada por su familia y su pueblo, Nejapa de Madero, ubicado en el distrito de Yautepec.
Sin embargo, reconoce que pertenecer a la comunidad LGBTQ+ le ha significado una ventaja para poder componer el tema Chula, expresamente para la película Finlandia, filmada en locaciones del estado de Oaxaca por el director mexicano radicado en España Horacio Alcalá.
«Cuando Horacio Alcalá me invitó a participar en la banda sonora de Finlandia yo tuve claro mi interés por componer una pieza dedicada a las muxes que protagonizan la película. Porque a la comunidad muxe se le ha explotado en muchos sentidos, e incluso se le ha folclorizado, se le ha violentado, pero nunca se le había compuesto una canción a manera de reconocimiento», expresa el director del Instituto Intercultural Calmécac (ICC).
Esa fue una motivación para componer Chula, tema que en breve podrá conocerse y que formará parte del disco de la banda sonora de la cinta en la que intervienen figuras notables de la comunidad muxe de Juchitán.
«Siempre me han tratado con respeto mis alumnos, padres de familia, maestros, compositores. Nunca he sentido el estigma ni la discriminación. Sí viví en algunos momentos las burlas, y mi familia salió a defenderme; yo mismo he tenido una forma muy personal para defenderme», expresa mientras degusta un café en La Antigua, atiende mensajes en el teléfono móvil y relata su experiencia al participar con música original en la película Finlandia, nominada al Premio Hecho en Jalisco, así como al Premio Maguey, Sección Oficial Competitiva dedicada al Cine LGBTQ+.
Para Nathanael Lorenzo Hernández, quien se autodenomina el «Alma rebelde» de Nejapa de Madero, una de las cosas «más cabronas» que ha visto en el ambiente de las bandas filarmónicas tradicionales, dentro del cual se desempeña, es que suele darse lo que ahora se denomina bullying contra jóvenes o adolescentes con preferencias distintas a la heterosexual.
«En las bandas de música, que siguen siendo machistas -las mujeres apenas están empezando a notarse-, siempre han habido homosexuales, y como maestros o directores debemos tener claro que estamos trabajando con jóvenes que están en su formación, en su despertar sexual en ocasiones, entonces, es peligroso que existan maestros o directores que se burlen o marginen a sus alumnos por ser diferentes, o que permitan la burla entre compañeros, ya no digamos que se burlen de un maestro o director por ser diferente. Eso es muy peligroso».
Para brindar un homenaje a la comunidad muxe del Istmo de Tehuantepec, donde han surgido artistas destacados como el antropólogo y performer Lukas Avendaño, y el bordador y poeta Elvis Guerra, por mencionar algunos nombres, Nathanael Lorenzo Hernández propuso dedicar su composición Chula a la memoria de Oscar Cazorla, fundador del colectivo «Las Intrépidas» y defensor de los derechos de la comunidad muxe en Juchitán, asesinado en febrero de 2019.
«Hablé con el hijo de Oscar Cazorla y le pedí permiso para dedicar la canción a su padre. Accedió y así es como “Chula” está dedicada en particular a Oscar Cazorla, y a toda la comunidad muxe del Istmo de Tehuantepec», señala el artista.
Nathanael Lorenzo Hernández se prepara este mes de septiembre para viajar a Guadalajara al estreno de Finlandia en la 36 edición del FICG, a realizarse del 1 al 09 de octubre, donde volverá a coincidir con el director Horacio Alcalá y parte del equipo de producción de la cinta Finlandia.
La cinta presenta cuatro historias que transcurren tras un terremoto: la de una modista que viene a México a copiar diseños textiles para una empresa española, lo cual permite denunciar esta práctica recurrente en firmas europeas y norteamericanas; y otras tres historias de muxes que tienen mucho de realismo mágico.