El caso de Fanny, una adolescente de 16 años, asesinada en San Juan Cotzocón evidencia la suma de negligencias y omisiones señaló el Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos (GesMujer)
A sus 16 años, Fanny tuvo el valor de denunciar ante las instancias de justicia, por lo cual se abrió la carpeta de investigación 23472/FIST/CODDI/Matías/202 y confío en que sería protegida. La joven, como infinidad de mujeres, enfrentó la falta de atención a pesar de la gravedad de su denuncia.
Fanny señaló amenazas de muerte por parte del agente municipal de El Porvenir, Isaac H. G., pero las autoridades no actuaron para proteger su vida.
El caso de Fanny no es el único, la presidenta del GesMujer, Angélica Ayala Ortiz, denunció que en reiteradas ocasiones las organizaciones feministas han señalado las barreras que enfrentan las mujeres cuando denuncian violencias.
“Nuestra organización ha detectado mensajes “presuntamente” de la unidad de género “invitando” a las mujeres que decidieron abandonar a su agresor a que regresen al hogar y darle otra oportunidad a su pareja violenta, manipulándolas con expresiones como “piense en sus peques” (hijas e hijos), una acción que las coloca en mayor riesgo de violencia”, explica Ayala Ortiz.
Fanny fue asesinada a pesar de que tenía medidas de protección por las violencias denunciadas. Sin embargo no fueron suficientes. La activista explica que este mecanismo se vuelve un verdadero reto pues resulta difícil identificar qué acciones acompañan la emisión de estas órdenes de protección y medidas cautelares.
“Saber quién o quiénes actuarán para proteger a las víctimas implica infinidad de llamadas telefónicas a instancias especializadas que solicitan datos, fechas y nombres de personas para poder “ubicar” a quien le corresponde dar seguimiento”, abunda.
En ese proceso las mujeres en situación de riesgo se quedan a la espera de una comunicación o acción que les brinde seguridad, pero no sucede, explica la activista.
Angélica Ayala señala que el caso de Fany ejemplifica la negligencia de quien recibió la denuncia, de quien supervisa los casos de riesgo de violencia feminicida y de quien tenía a su cargo la ejecución de las medidas cautelares: “no fue efectiva y el resultado fue el feminicidio de Fanny, que ahora se suma a la larga lista de mujeres asesinadas en Oaxaca: 561 niñas y mujeres en casi cinco años de la administración del gobernador Alejandro Murat”, resume la activista y defensora de los derechos humanos de las mujeres.