Texto y foto: Dalia Piñón González
TEHUANTEPEC, Oax.- Al menos 150 mujeres, convocadas por la colectiva “Hijas de la Sandunga”, marcharon la tarde de este martes del Deportivo “20 de Noviembre” al parque central “Miguel Hidalgo” para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
Con playeras moradas o negras y listones verdes o morados en las muñecas o sujetando su cabello, jóvenes y adultas desfilaron en caravana y con pancartas en mano, escoltadas por una patrulla de la Policía Municipal.
“Erradiquemos la violencia contra la mujer”, “si no entiendes de qué se trata entonces eres parte del problema”, “soy la tía de esa niña que nunca vas a tocar” son algunas de las consignas que gritaron durante la manifestación feminista.
El contingente avanzó por la Carretera Transístmica rumbo al centro de la ciudad, alentado por una canción de protesta y enmarcado por el humo morado característico del movimiento feminista.
Al grito de “¡escucha, hermana, si te pega no te ama!” y “verga violadora a la licuadora” las mujeres, algunas de ellas encapuchadas, avanzaron por el barrio de Santa María mientras algunos conductores sonaban sus cláxones como muestra de apoyo.
Luego siguieron por el Puente de Fierro hasta llegar al Monumento a la Mujer Tehuana, donde mostraron sus carteles a los automovilistas que transitaban por la zona, en tanto algunos ciudadanos curiosos las grabaron con sus celulares.
La marcha llegó a su destino, en la Avenida 5 de Mayo, frente al Palacio Municipal, donde con el puño alzado honraron con un minuto de silencio a las víctimas de feminicidio. Enseguida hicieron un círculo y tomaron la palabra.
“¡Hasta la madre!”
“Me da mucho gusto ver que hay chicas más jóvenes, que hay niñas aquí paradas, porque desde esa edad empiezan a tocarnos y abusar de nosotras, nuestra familia, en la tienda, en el puto mercado, todo el perro tiempo”, manifestó una manifestante encapuchada.
Sobre el miedo que hay al salir a las calles, la mujer dijo: “Si no es acoso son miradas, ¡estoy hasta la madre! Tengo familiares, pequeñas, niñas, y no quiero que algún día tenga que ir a identificarlas en un barranco”.
Luego leyó un poema y otras más compartieron historias de abusos y exigieron justicia. De esta forma conmemoraron la lucha feminista y honraron la memoria de las más de 100 trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York que en 1911 exigían mejoras laborales y murieron quemadas.