Evlin Aragón Foto: Globe Studio (Agencia)/
Ante la expectativa que generaba la presencia de periodistas como Lydia Cacho Ribeiro y Sanjuana Martínez en la capital oaxaqueña, este jueves se llevó a cabo la presentación del diagnóstico de la violencia contra mujeres periodistas 2010-2011, evento en el que se puso de manifiesto que en la actualidad México ocupa el segundo lugar en el mundo en riesgo para ejercer el periodismo, sólo por debajo de Afganistán, y que Oaxaca al interior del país, ocupa los primeros lugares en cuanto a violencia a mujeres periodistas en los últimos años.
Así lo dio a conocer Lucía Lagunes Huerta, Coordinadora General de CIMAC, durante la presentación del diagnóstico de la violencia contra mujeres periodistas, donde puso de manifiesto que de acuerdo con el documento del 2002 al 2011 la violencia contra mujeres periodistas se incrementó en un 300 por ciento, reportandose 90 casos en los que mujeres profesionales del periodismo vieron vulnerada su integridad física, psicológica y patrimonial, la mayoría de estos ocurridos en los últimos seis años particularmente en el 2009 y 2011 donde se dieron cifras alarmantes.
De acuerdo con Lagunes Huerta, la cifras no disminuyeron para el 2012, año en el que se reportaron 39 casos en el 2012 de acuerdo con el reporte emitido por la agencia de información especializada en temas de género a nivel nacional CIMAC, incluido el feminicidio de la corresponsal de la revista proceso Regina Martínez Pérez y siendo la impunidad la constante en cada uno de los casos, que ni siquiera han sido investigados a profundidad toda vez que se atribuye «son gajes del oficio» o «ellas se lo buscaron».
Por su parte Yunuhen Rangel Medina, integrante de Redes y Libertad de Expresión (CIMAC) indicó que el informe arroja que Oaxaca cuenta con 20 casos denunciados del 2002 a 2013, siendo el año más violento para las mujeres periodistas el 2010, convirtiendo al estado, en la entidad más peligrosa para que las mujeres que ejercen el periodismo en los últimos dos años, siendo la violencia psicológica la más recurrida, seguida de la física y patrimonial, ello a consecuencia de la cobertura de temas como corrupción, conflictos en comunidades, movimientos sociales, fraudes electorales y pederastia.
Por último las periodistas Lydia Cacho Ribeiro y Sanjuana Martínez compartieron ante el público, que llenó el interior del Centro Cultural San Pablo, sus experiencias en torno a la violencia hacia las mujeres periodistas, situaciones que le han convertido en la actualidad en referentes de lucha ante autoridades federales y estatales que han intentado silenciar el trabajo comprometido que realizan, al darle voz a quien no la tiene.
Así mismo compartieron la importancia de generar redes de mujeres periodistas, así como su utilización como estrategias de protección ante situaciones de riesgo y denuncia en contra de la violencia hacia del gremio ejercido por mujeres.
