Betza Pío Quinto Reyes tiene 15 años y es del pueblo de Santos Reyes Yucuná, ubicado en la región Mixteca. Es la primera joven en su pueblo en obtener una beca del Fondo Guadalupe Musalem para sus estudios de bachillerato.
Yucuná se localiza a una distancia de 237 kilómetros de la ciudad de Oaxaca de Juárez. Es un pueblo de unos 1, 400 habitantes, sin fuentes de empleo, sin una escuela de nivel medio superior. La mayoría de jóvenes solo llegan a la telesecundaria y de ahí tienen que salir a trabajar.
Para formalizar el trámite de la beca, Betza viajó con su padre Baltazar Pio Quinto Vázquez, de 33 años de edad, aproximadamente una hora 45 minutos, primero hacia la ciudad de Huajuapan. Luego tres horas más para llegar a la ciudad de Oaxaca.
Al finalizar el acto realizado en un salón del hotel Los Olivos, ambos compartieron su emoción.
“Me siento muy feliz por la beca y alegre por ir a la escuela a seguir estudiando. Quiero estudiar Medicina, me gusta ayudar a la gente”
Betza, igual que otras siete jóvenes becarias de nuevo ingreso, recibió una tableta como apoyo para su proceso de aprendizaje y la beca del mes de agosto para iniciar el bachillerato en la escuela más cercana, el Cecyte de Santo Domingo Tonalá, a una hora y media de su localidad.
“Como padre les agradezco mucho el gran apoyo que le están brindando a mi hija, en mis tiempos no teníamos la posibilidad que hoy tiene ella para seguir adelante, gracias”, dijo Baltazar Pio Quinto
Yucuná es un pueblo pequeño. No hay bachillerato, hay una clínica con un pasante para dar atención a la población, pero no hay medicinas. Si hay trabajo en el campo, pero solo es para el autoconsumo, no hay forma de generar ingresos, hay que migrar a Puebla, Ciudad de México, Guadalajara y a pueblos cercanos para trabajar como albañil, donde sí pagan, porque en el pueblo todo es de apoyo, al construir solo dan la comida, cuenta Baltazar.
En 2019, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, entregó al edil de ese tiempo, Alberto Adelfo Martínez Estrada, cerca de 14 millones de pesos, producto de una subasta de autos asegurados a la delincuencia organizada, que supuestamente serían invertidos para una escuela de nivel medio superior, se le recuerda a Baltazar.
“Sí se invirtió en una escuela de educación media superior como había dicho el Presidente. Pero no está en función, solo está el inmueble, no hay claves, no hay nada, responde.
También se repartieron tinacos Rotoplas para el agua, agrega a su relato, con lo que evidencia algunas de las condiciones de vida por las que el Consejo Nacional de Evaluación (Coneval) se refiere a Santos Reyes Yucuná como uno de los municipios más pobre del país, donde el 99.94% de su población vive en condiciones de pobreza y en un 97.46% es extrema.
Por eso, para Betza (y su padre) esta beca representa un gran apoyo para jóvenes que, como ella, no tienen recursos para seguir estudiando.
“La niña vendrá una vez al mes para recibir algunos otros cursos y talleres”, comenta Baltazar visiblemente emocionado.
Betza y las otras siete becarias: Citlaly de la Mixteca; Emma y Meliza de la Sierra Sur; María Elena y Jacinta de la Costa; Brenda de la Sierra Norte y Caridad de la región del Papaloapam, asistirán una vez por mes a la capital del estado para recibir capacitaciones en temas de salud emocional, derechos humanos, feminismos, entre otras, todo con el acompañamiento de una tutora y un apoyo económico de dos mil pesos mensuales, así como la posibilidad de recibir en un futuro el apoyo del Fondo Guadalupe Musalem para iniciar estudios universitarios.
El compromiso de ellas es compartir con otras niñas o adolescentes y con su pueblo el beneficio de su educación.