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Las 120 historias de mujeres chidas para niñas chidísimas

De izquierda a derecha: Tania Martínez y la escritora Luciana Bolio| Foto: Melissa Alevizos.

Tania Martínez es una oaxaqueña muy chida. Su historia forma parte de  un libro  con  120 historias de  niñas, jóvenes y mujeres adultas que inspiran a construir un futuro mejor.

“Es la Chicomecóatl moderna” (diosa del maíz, en náhuatl), dice Luciana Biondo,  la autora del  libro Historias de mexicanas chidas para niñas chidísimas, en el que comparte, entre muchas otras, la historia de Tania y  la de 10 oaxaqueñas más.

La historia de Tania  es la de una niña mixe que se convirtió en  ingeniera agrónoma e investigadora. Pero no es un cuento de hadas, su niñez estuvo marcada por la  violencia de género y el alcoholismo de su padre, que la obligaron a buscar un futuro diferente.

Tania solo tenía 14 años cuando decidió dejar su lugar de origen, Tamazulapam del Espíritu Santo, motivada por su abuela, quien era la guía espiritual del pueblo.

 “El maíz está rancio”, le dijo su abuela, al ver un grano de maíz nativo que Tania le mostró. «Se está pudriendo como toda esta familia, huye mi niña y trae un nuevo maíz»…

Era muy joven, pero no dudó en marcharse. Regresó con una maestría en Biosistemas y Agricultura, además de un  doctorado que cursó en Holanda y ha creado los espacios para dar a conocer  la cultura ancestral en torno al maíz y talleres sobre la seguridad alimentaria.

La historia de ella es una historia real, dice la autora del libro. “Sabemos todo lo que afrontó al dejar su pueblo y estudiar, primero en Chapingo, luego en Arizona y después en Holanda. Tuvo que aprender a hablar español y ahora es políglota, habla mixe, español, inglés y francés”.

Tania cuenta que es un gusto  ser parte de esas historias, sobre todo porque entre ellas están las de mujeres que admira, como Lorena Ramírez, la ultramaratonista rarámuri, y Abigail Mendoza, la cocinera de Teotitlán que ha llevado  los sabores de la gastronomía de Oaxaca por el mundo.

“Creo que hay  muchas formas de construir y de aportar, no hay un solo camino, pero lo importante es  la motivación para los jóvenes, las niñas y los niños, a quienes les decimos que hay otros espacios que pueden reclamar, podemos transformar Oaxaca y México”

Tania Martínez

La autora considera que estas historias, como las de Tania Martínez,  María Reyna, de Santa María Tlahuitoltepec, Estrella Vázquez, de Juchitán, o Meregilda Meléndez, de Jalapa del Marqués, así como las de decenas de mujeres de Oaxaca y del país, son las que se merecen contar porque van a inspirar.

Explica que es un libro donde las mujeres, aunque han enfrentado situaciones de violencia, acoso escolar o discriminación, han tenido el impulso para construir un camino distinto. «Esa es la idea, que estos relatos sean ejemplo para otros niños o niñas”, dice. 

La iniciativa de esta publicación surgió buscando historias de mexicanos que han padecido diabetes como su hijo. Luego, a raíz de un cierto bullying pasivo contra su hija y del auge del movimiento feminista 8M, decidió acercarse a las historias de niñas y mujeres que con su experiencia muestran que con curiosidad, convicción y disciplina es posible construir mejores futuros.

Historias de mexicanas chidas para niñas chidísimas es un libro de dos volúmenes escrito en tiempos de covid-19.  Con ilustraciones de Inés Hüni. Los dos volúmenes se presentarán al público en general los días  2 y 3 de septiembre en la Ciudad de Oaxaca, con la presencia de algunas de las protagonistas. 

El primer día se presentará en el auditorio del Archivo General, a las 10 de la mañana, a las 7 de la tarde, en espacio Voces de Copal, ubicado en Alcalá 303, y  finalmente el sábado en la terraza de Casa Antonieta, en este último lugar el cupo es limitado a cincuenta personas.