Sofía Robles Hernández, una mujer zapoteca de 61 años de edad, recibió este sábado el Reconocimiento a la Trayectoria de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) por su labor en la reivindicación del papel de las mujeres indígenas en distinto espacios y su trabajo invaluable en el ámbito comunitario.
La mujer originaria de San Francisco Cajonos, emigró desde muy joven a Tlahuitoltepec donde se estableció, formó una familia, aprendió la lengua ayuuk e inició una incansable labor como integrante de los Servicios del Pueblo Mixe, organización en la que construyó y fundó el departamento de género y la mujer.
Actualmente es reconocida por ser la primera mujer en asumir el cargo de Presidenta Municipal de Tlahuitoltepec (2012), pero ha construido su labor desde décadas atrás. Ha contribuido en los derechos reproductivos de las mujeres, la participación política en los ámbitos posibles y la preservación de las lenguas de los pueblos originarios.
Para Sofía este reconocimiento fue una grata sorpresa. “Me pareció un poco raro porque en las ferias del libro regularmente se reconoce a las personas que han hecho publicaciones.No soy escritora. No escribo mucho, pero me da gusto y me alegra poder disfrutarlo», dice en entrevista un par de horas antes del homenaje.
Sin embargo, para su familia, amistades y comunidad este reconocimiento no es extraño, por el contrario “es el resultado de una gran trayectoria que ella misma forjó con seguridad, firmeza y sensibilidad”.
El escritor e investigador Víctor Leonel Juan Martínez, quien acompañó a la mujer zapoteca durante el homenaje, considera que como parte de la sociedad civil, el trabajo de Sofía destaca porque combina “muy atinadamente” el hecho de la reivindicación del papel de la mujer y su lucha por espacios de representación política, al tiempo que lucha también por los derechos de los pueblos y comunidades indígenas, el derecho a la libre determinación: autonomía, territorio, lengua e identidad.
Sofía construye una vía que permite conciliar los dos aspectos, desde lo reflexivo y lo práctico»
Por ejemplo, explica, ella ha abanderado toda esta agenda de búsqueda de espacios de representación política en las mujeres en general y sobre todo de mujeres indígenas y le ha permitido construir hacia afuera y hacia adentro de la comunidad sin violentar los principios comunitarios, ¿cómo lo ha hecho? construyendo en comunidad, haciendo modificaciones a la estructura organizativa, a los cargos, a las prácticas, en la representación de las mujeres en la asamblea y lo ha hecho muy bien.
Tan lo ha hecho bien, dice el investigador, que Sofía Robles no solo ha sido la primera mujer en ser presidenta municipal en 500 años de Tlahuitoltepec, también fundó la Casa de la Mujer y tuvo un papel fundamental en la creación de la Asamblea de Mujeres Indígenas de Oaxaca.
Sofía Robles ahora es la primera alcaldesa, un cargo de honor en esa comunidad. Para poder serlo tuvo que cumplir los escalafones de los cargos, cargos que por cierto, comenta Sofía, no son para ocupar un espacio de poder sino para servir a la comunidad. “Son servicios gratuitos, implican dejar otras actividades para poder sostenerse en ese lugar, pero a la vez nos dan la posibilidad de mostrar que las mujeres si podemos”.
Y no cualquier persona llega a ser Alcalde, dice Victor Leonel Juan Martínez, quien además destaca entre las virtudes de la homenajeada la manera pragmática de incidir, su carácter equilibrado que le permite tener capacidad de tomar decisiones, seguridad y firmeza, cualidades todas que nos hablan de cómo teje sus relaciones y su labor desde el interior de la comunidad.
“Es una persona segura en las negociaciones o en los espacios deliberativos, con una voz muy firme pero al mismo tiempo muy conciliadora; aun en el debate intenso de las asambleas donde afloran tensiones, Sofía es una voz que concilia, que logra un espacio para la reflexión. Arma redes internas, conversando, generando cambios desde la asamblea, en pláticas entre hombres y mujeres de Tlahuitoltepec”
Ese es el carácter de Sofía con el que ha construido toda una trayectoria, en la que compare su sabiduría, y su vida. Quizá, como dice el investigador, no es escritora en términos de producción literaria, pero ha escrito y ha posibilitado escribir páginas importantísimas del movimiento indigena y en la historia de las mujeres y hombres de Tlahuitoltepec, pero no únicamente ahí. “Sofía es en muchos sentidos una escritora de vida y de comunidad”, concluye.
Sofia Robles es un ejemplo para todas y todos, ha impulsado caminos para mujeres que salen de roles que nos han delegado, dijo en la ceremonia Vania Reséndiz, la directora de la FILO: “Su lucha por los derechos reproductivos y el trabajo colectivo son solo algunos de los pasos firmes de su inmenso trabajo. Gracias a mujeres como ella los territorios se vuelven lugares con oportunidades para compartir”.