El Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado, adscrito al Ministerio de Justicia de Argentina, reconoce la desaparición de al menos 6,438 víctimas de la dictadura militar que asoló al país sudamericano de 1976 a 1983. Otras fuentes hacen ascender ese número a 8,571 víctimas, entre personas desaparecidas y asesinadas por el régimen dictatorial. La cifra cambia constantemente, conforme Las investigaciones sobre el periodo se profundizan. El número de víctimas no disminuye, aumenta y crece. Un informe oficial reveló que hubo al menos 6348 desaparecidos durante la dictadura.
Entre esas ocho mil o más personas desaparecidas figuran los nombres del escritor Héctor Germán Oesterheld y sus hijas Estela, Beatriz, Marina y Diana. El hombre y las jóvenes fueron secuestrados en distintos meses entre 1976 y 1977. Se habían unido a la guerrilla del grupo Montoneros, perseguido a sangre y fuego por los militares.
Elsa Sánchez, madre de las muchachas y esposa del autor, tuvo que ir recopilando el trágico tránsito de su familia en comisarías policiacas. En julio de 1976 le entregaron el cuerpo de Beatriz. Al mes siguiente Diana, su compañero Raúl y el hijo de ambos, Fernando, fueron sacados de su casa y secuestrados. Diana y Raúl siguen desaparecidos, si bien Fernando fue localizado años después y devuelto a la familia de su padre.
En abril de 1977 Héctor Germán fue detenido mientras realizaba labores de comunicación para el grupo Montoneros. Desde la clandestinidad intentaba continuar también la publicación de su saga El Eternauta, historieta de ciencia ficción que transformó en denuncia contra la dictadura militar.
En julio de 1977, la hija mayor de los Oesterheld Sánchez, Estela, fue sorprendida junto con su esposo Raúl en un refugio. Los balearon. Aún con vida, fueron depositados en un vehículo. No se ha sabido más de ellos. En noviembre de 1977 Marina, la única hija que se mantenía en libertad y estaba por dar a luz, fue secuestrada junto con su novio Alberto. Tampoco se ha vuelto a saber de ellos.
Oesterheld, preso en alguna cárcel clandestina, fue torturado durante meses. A la tortura se sumó la noticia que le dieron de que su hija Marina estaba embarazada y presa, sometida asimismo a torturas.
Años después, en 1984, el psicólogo Eduardo Arias informó a la Comisión Nacional de Desaparición de Personas que había estado preso junto con Oesterheld en diciembre de 1977. Para entonces, el escritor llevaba ocho meses en cautiverio. Arias se enteró de quién era su compañero porque “como regalo de navidad” sus captores les permitieron fumar un cigarro y conversar durante algunos minutos.
Los también sobrevivientes Javier Casaretto, Arturo Chillida y Juan Carlos Benítez informaron que durante su confinamiento en otra prisión compartieron celda con Oesterheld en enero de 1978. El escritor tenía la cabeza vendada, dicen los testigos, quienes después de esa fecha no volvieron a ver al hombre de 57 años de edad.
Nadie sabe dónde terminaron Héctor Germán Oesterheld y sus hijas Estela, Marina y Diana. Oficialmente muertos, se desconoce el paradero de sus cuerpos.
Ahora Netflix anuncia que en 2024 lanzará como serie El Eternauta, la historieta que Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López publicaron de 1957 a 1959 en una Argentina muy distinta a la que vio los últimos días del guionista. El suceso es polémico porque para muchas y muchos argentinos Oesterheld representa una experiencia que aún no asimila esa nación.
Por una parte, los admiradores del escritor exigen que se tome en cuenta para la serie el tono subversivo que la historieta asumió en 1969, cuando Oesterheld la retomó con el título de El Eternauta II para transformarla en alegato contra el militarismo. No se olvida que los últimos episodios que logró publicar los entregó mientras desempeñaba labores clandestinas.
Los impugnadores de Oesterheld (no faltan, en una parte de la sociedad dispuesta a olvidar o al menos justificar los crímenes de la dictadura) reprueban que se rememore al guionista, acusándolo de “terrorismo”.
La empresa productora de la serie (cuya realización se ha pospuesto desde 2020 a causa del Covid y de otras dificultades) anuncia que se sujetará al espíritu de la historieta original, lo cual de alguna manera implica que evadirá mencionar el enfrentamiento de su creador con la dictadura militar.
En 2015, el escritor mexicano Édgar Adrián Mora rindió un homenaje muy logrado al autor argentino con su narración Continuum. Una novela sobre Héctor G. Oesterheld. Publicada por la muy interesante editorial Paraíso Perdido, la novela de Mora entremezcla a los personajes creados por el guionista de historietas mientras recrea la vida y el trágico destino de los Oesterheld, padre e hijas. Cierra la novela con un párrafo acuciante y una viñeta memorable. El párrafo dice:
“Han llegado a la plaza. Está llena. Todos han respetado el silencio de la protesta, de la búsqueda de respuestas. Hasta el frente del grupo que ha marchado por Buenos Aires se ve que algunos sostienen una pancarta. Ahí está la pregunta que aún sigue buscando respuesta. La seguimos haciendo todos.” Enseguida, la viñeta muestra a los numerosos personajes creados por el guionista –entre ellos, Ernie Pike, el Sargento Kirk, Sherlock Time, Mort Cinder; inclusive aparece Juan Salvo, el eternauta–. Enarbolan una pancarta en la que se lee: “Dónde está Oesterheld?”
Héctor Germán Oesterheld nació en 1919 en Argentina. Se pudo celebrar el centenario de su natalicio poco antes de que se declarase la pandemia de Covid, pero un intento de llevar a la pantalla su más famosa creación fue cancelado en 2018 por su viuda. Ahora, Netflix anuncia el inminente estreno de su adaptación y será interesante ver si el director Bruno Stagnaro logra salvar las dificultades de actualizar una historieta que, pese a su trasfondo pesimista, recurría a un lenguaje un tanto infantil para referirse al problema de lidiar con una invasión alienígena.
En El Eternauta publicado de 1957 a 1959, Juan Salvo y sus amigos tenían que enfrentarse a los invasores a quienes llamaban “Los Ellos”, quienes hacían la guerra a la humanidad mediante esclavos extraterrestres de enorme manos (llamados, desde luego, “Los Manos”) y gigantescos crustáceos combatientes (llamados “cascarudos”). La obviedad de estos nombres no le impidió a Oesterheld y Solano López mantener durante dos años su historieta, ni convertirla en una de las obras maestras argentinas de la narrativa gráfica.
Con el anuncio de la productora de series y películas, la memoria de Oesterheld, sus cuatro hijas y sus tres yernos más un novio, asesinados todos, cobra nuevamente vigencia. Con independencia de lo que resulte la serie, será un buen momento para retomar la pregunta que sigue sin respuesta: ¿Dónde está Héctor Germán Oesterheld, dónde están sus hijas Estela, Diana y Marina?
1 Comentario
Fernanda
Los desaparecidos en la Argentina son 30 mil. La cifra que se cita en este texto es errónea, probablemente se tome el número inicial del Nunca Más, que es de mediados de los ochenta y es solo una aproximación inicial. Lo aclaro porque es una cifra, 8 mil, que suelen citar los negacionistas del terrorismo de Estado para minimizar la lucha de los organismos de DDHH.
Saludos.