Imagen: Fotograma del video Pablo Bosque|Tapacamino
Pablo López Alavez es un defensor zapoteca detenido desde hace 13 años por defender el bosque de la comunidad San Isidro Aloapam, en la Sierra Norte de Oaxaca, de donde es originario. Su detención fue arbitraria e injusta, según explican distintos integrantes de colectivos quienes hoy exigen su liberación.
El 15 de agosto del 2010, fue detenido en las cercanías del Río Virgen, en su comunidad San Isidro Aloapam, por un grupo de aproximadamente 15 hombres quienes iban vestidos de negro, encapuchados y armados. Nunca se identificaron ni mostraron alguna orden de aprehensión.
Después lo entregaron a elementos de la Policía Estatal quienes lo trasladaron al penal de Villa de Etla y fue puesto a disposición del Ministerio Público. Desde esa fecha Pablo López está en prisión acusado de homicidio.
Cuando lo detuvieron fue golpeado y amenazado. Hubo incomunicación, no fue considerada su calidad de integrante de un pueblo indígena y hablante de lengua zapoteca y no fue garantizada la asesoría jurídica profesional, cuentan su esposa Yolanda Pérez Cruz, otros defensores e integrantes de colectivos, quienes se suman a la exigencia de la liberación inmediata del defensor.
Lo alejaron de su familia, sus hijas e hijos, eran unos niños hoy son unas personas adultas.
“Hoy cumple 13 años preso por defender el agua y la naturaleza, cuando lo detuvieron tuve que bajar para exigir la justicia porque no había algún por qué. Hasta la fecha sigo levantando la voz, no me voy a callar voy a seguir exigiendo justicia para que tomen cartas en este asunto, Sus hijas lo necesitan, es un dolor para mí. ”
El caso de Pablo no es el único, México y en particular Oaxaca se ha convertido en uno de los lugares con mayores ataques y asesinatos a defensores ambientales de acuerdo con el informe anual del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
La Opinión emitida el 25 de abril de 2017 por el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de las Naciones Unidas, establece que la detención de Pablo López Alavez es arbitraria y la enmarca en un patrón de violaciones a los derechos humanos contra las personas defensoras de los derechos humanos en Oaxaca.
Marcos Leyva de la organización Educa recuerda que en la fecha de su detención Pablo era un campesino y autoridad comunal que llevaba a la práctica los acuerdos de su comunidad. Esos acuerdos eran defender su territorio, defender los ríos que generan vida.
“Es algo totalmente contradictorio que en este momento de crisis climática esté detenido un defensor. Pablo representa la esperanza de construir un mundo mejor, donde se respeten los bienes comunes y la naturaleza”.
Marcos Leyva
La defensora Yesica Sánchez Maya expresa con énfasis que Pablo López es uno de los presos de la política asesina del exgobernador Ulises Ruiz Ortiz, a quien los exgobernadores Gabino Cué Monteagudo y Alejandro Murat Hinojosa nunca se atrevieron a enjuiciar por su responsabilidad en un sin fin de actos de violencia y asesinatos contra el movimiento social oaxaqueño de 2006, ni se atrevieron a romper con la impunidad.
Ahora gobierna Salomón Jara Cruz, un gobernador indígena que se comprometió apoyar a los pueblos indígenas.
Por eso, dijo Sánchez Maya, lo que ahora hacen (desde distintos colectivos) es una interpelación pública, en la que exigen agilizar un diálogo para la liberación de Pablo. “Su caso es uno de los resabios que quedan de la política asesina de Ulises Ruiz Ortiz. La liberación de Pablo es un asunto pendiente”, remarcó.
Su esposa Yolanda Pérez tiene la convicción de que el defensor debe quedar libre: “Voy a seguir tocando puertas para que tomen cartas en este asunto. Todavía tengo la esperanza, y pido al gobernador que cumpla su compromiso con los pueblos indígenas, que lo liberen de inmediato”.