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Retrato de Juan Carlos Reyes ©Alejando Sánchez Mociños
Entrevista con Juan Carlos Reyes en cuanto a su experiencia como fotoperiodista durante el alzamiento del EZLN en Chiapas
Alex Kalam
Es en el contexto de la exposición colectiva 30 años del EZLN, memoria de una lucha en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB) que he llevado a cabo esta entrevista con Juan Carlos Reyes. Las piezas presentadas retratan los primeros momentos de la insurrección y llevan las firmas de protagonistas claves del fotoperiodismo a nivel nacional e internacional. Uno de ellos es el fotógrafo oaxaqueño, quien ha aceptado compartirnos algunos comentarios acerca del alzamiento del EZLN (Ejercito Nacional de Liberación Nacional) en 1994, destacando el papel esencial de los pueblos originarios en su mirada fotográfica.
“Cuando se dio el levantamiento el primero de enero, yo tenía el ímpetu de ir a Chiapas. Aun siendo tan joven, ya tenía cierto entendimiento de la importancia del momento”, recuerda Reyes, que trabajaba en ese entonces como fotoperiodista para un diario de Oaxaca.
Juan Carlos Reyes indica que en Oaxaca hubo una gran empatía del pueblo con relación a los eventos de Chiapas: “Crecimos en un estado de la República que vivía las mismas circunstancias, un estado eminentemente indígena, con gran opresión hacia las comunidades, con cacicazgos muy marcados y una repartición muy inequitativa de la riqueza.”
El fotógrafo hoy reconocido a nivel internacional, apenas tenía 24 años cuando tuvo lugar el levantamiento del 1994. Ahora recuerda con emoción su llegada a San Cristóbal de las Casas.
“Fue cuando el EZLN liberó a Absalón Castellanos Domínguez, a quien habían tomado como prisionero y había sido en su momento un gobernador de Chiapas, un opresor, y hubo una mediación del obispo Samuel Ruiz.”
A principios del año 1994, el levantamiento armado zapatista se mostraba en las portadas de los diarios del país y del mundo entero.
Juan Carlos Reyes en el Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABO ©Alejandro Sánchez Mociños
Nuevo fotoperiodismo
Juan Carlos Reyes relata lo que en su momento fue para él una gran inspiración a nivel profesional.
“Miraba con atención lo que se hacía a nivel nacional y desde la mirada de un fotógrafo de prensa de uno de los estados de la República, mi referente era La Jornada”, dice sobre un diario que destacaba en esa fecha por su calidad y su progresismo. Su cobertura fue particularmente importante en 1994.
“En ese momento, el nuevo fotoperiodismo había desarrollado una ideología particular con una propuesta más fresca, con más tendencia de izquierda, para la población.”
La Jornada ya representaba un escaparate para este movimiento. Una tradición emanada inicialmente del medio El Unomásuno.
Los fotógrafos Raúl Ortega y Marco Antonio Cruz –que presentan obras en la exposición del CFMAB– trabajaban en aquel tiempo para ese medio.
“Visualmente menos cuadrada y con un acercamiento más fuerte a la gente, esta fotografía llamó poderosamente la atención”, relata Reyes.
El fotógrafo cuenta que se ha quedado durante varios meses en Chiapas tras el levantamiento para trabajar en proyectos periodísticos y artísticos.
Video: @SoltecoReyes
Por otra parte, Juan Carlos Reyes ha presentado recientemente en Oaxaca algunas obras en el marco de una exposición individual.
Se trata de una exposición intitulada Resignificar la fiesta, que ha tenido lugar en los últimos meses en la galería Córdoba, ubicada en el barrio de Jalatlaco.
La muestra presenta piezas del trabajo actual del artista que conllevan una reflexión sobre el sentido de las fiestas en Oaxaca.
“La fiesta tiene un origen muy importante en las comunidades de Oaxaca, sin estar apegada al folclor, me parece que tiene un sentido más profundo.”
Las fotos fueron tomadas durante los festejos del Día de Muertos, así como en los carnavales y durante la Semana Santa en Oaxaca.
Este trabajo visual evoca los orígenes de las fiestas, históricamente indisociables de la protesta y de la burla hacia los colonizadores, del espíritu de resistencia. Lo que resuena de manera peculiar en un contexto donde la ciudad se convierte en un destino de moda para extranjeros acudiendo masivamente a la Guelaguetza.
Como lo anuncia el texto de sala, el trabajo del artista se vincula con asuntos actuales, como el turismo y la gentrificación.
“Hoy observo cómo las leyes, el orden, la glamorosa estética, el folclor y un calendario vienen a colonizarnos”, escribe Juan Carlos Reyes.
Es un trabajo también impregnado por horizontes de solidaridad. “No se puede desistir uno de la situación social en Oaxaca”, indica el fotoperiodista oaxaqueño.
Si bien dan testimonio de dos periodos distintos en la trayectoria del maestro, un hilo conductor se puede percibir entre ambas exposiciones.
“Con el hilo conductor de las comunidades, todo se complementa y tiene sentido”, dice el fotógrafo, quien observó durante años la labor del artista y fundador del CFMAB Francisco Toledo.
“El venía de las izquierdas y las comunidades en Oaxaca siempre han estado en una constante protesta.”
Francisco Toledo fue un defensor de los pueblos originarios. Su pensamiento ha sido una herencia esencial en el trabajo del oaxaqueño Juan Carlos Reyes.
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Para conocer el trabajo del fotógrafo: IG @aluro30
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