De oficio, escultor y pintor. Audaz. Alberto Aragón Reyes reivindica en el arte la humanidad. Su más reciente obra Procesión: Tiempo de Gigantes, se rebela a los cánones locales en las artes visuales, muchas veces sujeto a las leyes del mercado.
Las piezas monumentales Civilización, Hombre, Mujer, Tótem y Pescador que exhibe en una de las plazas más emblemáticas de la capital, son una alegoría a la cultura, la historia, el trabajo, las relaciones de la especie humana con la naturaleza y un futuro común.
Esas gigantes estructuras de metal y acero, forman parte de un proyecto de largo aliento de 12 piezas en las que Aragón Reyes propone desde lo local, temas atemporales y universales.
“Pienso el arte como esa búsqueda de lo universal, por eso me interesa el alma humana, y no quedarme en la parte folclórica que nos puede definir, porque eso (lo universal ) nos abre la posibilidad de tener diálogos más profundos con personas de otras culturas, de otras latitudes, de otros lugares”
El artista inició con las maquetas en el año 2012 y la primera escultura El pescador la construyó en el 2014. En ella alude a la fuerza de trabajo de las comunidades y pueblos, al hombre que siembra el maíz, a quien construye, al migrante que se va, a quien hace posible que haya comida en las mesas.
Con una perspectiva innovadora dentro del contexto local, Alberto Aragón ofrece al público: transeúnte, anónimo, no especializado o incluso acotado a pensar el arte desde el elitismo, una instalación destinada en esta ocasión, al espacio urbano de la ciudad, donde confluyen inevitablemente el asombro, el disfrute de las obras de incuestionable valor estético, y ofrece al público la posibilidad de reflexionar sobre una historia común para encarar el futuro.
Aragón no narra, no describe nada, sino que más bien quiere significar. El artista nos incita a reflexionar y a imaginarnos un lugar pujante, lleno de gente con fuerza, creativa, capaz.
“Mi intención es compartir mi trabajo y exhibirlo como en cualquier ciudad del mundo», dice el oaxaqueño sobre su obra Gigantes que no solo refleja el temperamento de quien se construye en las artes sino que además devela su compromiso con el arte.
La instalación Procesión: Tiempo de Gigantes fue financiada por el mismo artista y contó con el apoyo de un equipo de producción tanto para las gestiones ante las autoridades municipales como para su colocación.
Las piezas monumentales estarán en la Alameda de León en la capital del estado hasta el mes de diciembre.
Sobre el artista:
Actualmente radica en la ciudad de Oaxaca, realiza constantemente viajes a diferentes puntos de Europa donde expone. Su obra pictórica forma parte de importantes colecciones, como son: Galería Galshiot, colección Figueroa Hernández, colección NIVADA®, colección Hemmelige Galleri y colección Kunstgalleriet. Mientras que parte de su obra monumental es un distintivo de las ciudades de Odense y Svendborg, en Dinamarca, y de los poblados de Nectiny en República Checa y Tututepec-Oaxaca en México.